L D (EFE) Grecia hizo buenas las previsiones de la prensa especializada y su representante recibió un trofeo especial –una reproducción de un pectoral escita, obra maestra del arte antiguo— de manos del presidente ucraniano, Víctor Yúschenko, quien asistió a la gala celebrada en el palacio de los Deportes de Kiev. Helena Paparizou, nacida en Suecia de padres griegos, ya había participado en el festival hace cuatro años, como miembro del grupo Antique, que en aquella ocasión quedó en tercera posición.
En segundo y tercer lugar quedaron las cantantes Chiara y Luminita Angel, representantes de Malta y Rumanía, respectivamente.
Eurovisión, el festival de la canción más popular de Europa, con una audiencia de 150 millones de espectadores en todo el mundo, cumplió su quincuagésima edición con la mayor participación de su historia –veinticuatro países— y con el telón de fondo de la "Revolución Naranja" de finales del año pasado en Ucrania.
En segundo y tercer lugar quedaron las cantantes Chiara y Luminita Angel, representantes de Malta y Rumanía, respectivamente.
Eurovisión, el festival de la canción más popular de Europa, con una audiencia de 150 millones de espectadores en todo el mundo, cumplió su quincuagésima edición con la mayor participación de su historia –veinticuatro países— y con el telón de fondo de la "Revolución Naranja" de finales del año pasado en Ucrania.
Colorido y espectáculo
El escenario, cuya espectacularidad llevó al servicio de prensa del festival a afirmar que "los Rolling Stones matarían por tener uno así", vio desfilar durante la gala a una variopinta selección de estilos musicales y de vestuario, como es habitual en el festival. Así, junto al predominio de los tonos blancos y negros en la mayoría de los concursantes, destacaron interpretaciones llenas de colorido, como la de la representante turca, la cantante Gulseren, acompaña de un grupo de danzarines ataviados a la usanza oriental.
También entusiasmaron al público que abarrotaba el recinto los moldavos Zdob si Zdug, cuyo cantante, sin camisa, estuvo acompañado en el escenario por una anciana tamborilera, para ilustrar su tema "Boonika bate doba" ("La abuela toca el tambor"). Capítulo aparte fue el grupo ucraniano Greenjolly, cuyo tema hip hop "We Won't Stand This, No", fue himno de la "Revolución Naranja" y suscitó un tremolar de banderas naranjas entre el público.
Lola, Espe y Sole, las tres hermanas componentes de Son de Sol, ataviadas de azul, rojo y amarillo y secundadas por un cuerpo de bailarines, actuaron en décima posición con su tema "Brujería" y con la colaboración del cantante Juan Antonio Reyes "El Pollo", que aportó ritmos de rap al tema. Sin embargo, "Brujería", obra del compositor de origen cubano Alfredo Panebianco, no logró llevarse el triunfo a Écija, localidad de la provincia andaluza de Sevilla de donde proceden Son de Sol y en la que este sábado se instaló una pantalla gigante al aire libre para que sus paisanos pudieran seguir su interpretación.
Frente a los 230 puntos obtenidos por la canción ganadora, la española recabó veintiocho, otorgados por Andorra (12), Portugal (8), Francia (4) y Suiza (4).
"El público es el que decide, por eso Eurovisión es tan maravilloso. Todos los países tienen las mismas posibilidades de victoria", declaraba esta semana a Efe en la capital ucraniana Lola, la hermana mayor de Son de Sol.
La primera edición del festival se celebró en 1956 en la ciudad suiza de Lugano y contó con la participación de siete países, y la nación con mayor número de victorias es Irlanda con siete triunfos, tres de ellos consecutivos entre 1992 y 1994.
El escenario, cuya espectacularidad llevó al servicio de prensa del festival a afirmar que "los Rolling Stones matarían por tener uno así", vio desfilar durante la gala a una variopinta selección de estilos musicales y de vestuario, como es habitual en el festival. Así, junto al predominio de los tonos blancos y negros en la mayoría de los concursantes, destacaron interpretaciones llenas de colorido, como la de la representante turca, la cantante Gulseren, acompaña de un grupo de danzarines ataviados a la usanza oriental.
También entusiasmaron al público que abarrotaba el recinto los moldavos Zdob si Zdug, cuyo cantante, sin camisa, estuvo acompañado en el escenario por una anciana tamborilera, para ilustrar su tema "Boonika bate doba" ("La abuela toca el tambor"). Capítulo aparte fue el grupo ucraniano Greenjolly, cuyo tema hip hop "We Won't Stand This, No", fue himno de la "Revolución Naranja" y suscitó un tremolar de banderas naranjas entre el público.
Lola, Espe y Sole, las tres hermanas componentes de Son de Sol, ataviadas de azul, rojo y amarillo y secundadas por un cuerpo de bailarines, actuaron en décima posición con su tema "Brujería" y con la colaboración del cantante Juan Antonio Reyes "El Pollo", que aportó ritmos de rap al tema. Sin embargo, "Brujería", obra del compositor de origen cubano Alfredo Panebianco, no logró llevarse el triunfo a Écija, localidad de la provincia andaluza de Sevilla de donde proceden Son de Sol y en la que este sábado se instaló una pantalla gigante al aire libre para que sus paisanos pudieran seguir su interpretación.
Frente a los 230 puntos obtenidos por la canción ganadora, la española recabó veintiocho, otorgados por Andorra (12), Portugal (8), Francia (4) y Suiza (4).
"El público es el que decide, por eso Eurovisión es tan maravilloso. Todos los países tienen las mismas posibilidades de victoria", declaraba esta semana a Efe en la capital ucraniana Lola, la hermana mayor de Son de Sol.
La primera edición del festival se celebró en 1956 en la ciudad suiza de Lugano y contó con la participación de siete países, y la nación con mayor número de victorias es Irlanda con siete triunfos, tres de ellos consecutivos entre 1992 y 1994.