(Libertad Digital) En el último "Papeles de Economía Española" de FUNCAS, dedicado íntegramente a los retos de la nueva Unión Europea, los economistas Lluis Torrens y Jordi Gual hacen un análisis del riesgo de deslocalización industrial en España ante el proceso de la ampliación de la UE, y concluyen que estos sectores presenta un riesgo sustancialmente mayor que los demás, especialmente el de material de transporte.
"Los tres sectores representan aproximadamente el 15 por ciento del sector industrial, y en algunos casos se trata de sectores con un importante impacto en el tejido manufacturero, tanto a través de proveedores y clientes como en la generación de tecnología y capacidad de desarrollo de nuevas actividades manufactureras", subraya el estudio.
A continuación de estos tres sectores, con un riesgo general "moderado" pero por encima de la media, figuran madera y corcho, maquinaria de oficina e instrumentos y otros productos minerales no metálicos. Por su parte, las actividades relacionadas con el papel y edición, extracción y energía, químicas y manufacturas diversas presentan también un riesgo general moderado, aunque por debajo de la media. Por su parte, los sectores de maquinaria y equipos mecánicos, textil y calzado y metalurgia son los que menos riesgo de deslocalización tienen hacia Europa del Este.
El coordinador del último "Papeles de Economía Española", el economista Francisco Javier Velázquez dijo, durante la presentación del número, que el riesgo del proceso de deslocalización hacia los países del Este obedece al interés por reducir costes, en especial costes laborales, y señaló que la preocupación parece fundamentada, dadas las amplias diferencias existentes en los costes salariales medios entre España y muchos de los nuevos socios europeos, con una relación de tres a uno.
Para evitar que este riesgo se materialice, Velázquez indicó que es preciso que España modifique su estructura productiva y que modernice su economía, con una mayor inversión en nuevas tecnologías y en I+D, que hagan de España un país más competitivo y pueda ganar cuota de mercado por la vía de la calidad del producto, dado que en salarios es menos competitiva que los países del Este.
En cuanto al efecto de la ampliación en los flujos de inversión extranjera directa, el profesor Jaime Turrión en otro de los estudios de la publicación aprecia que el proceso de "relocalización" de esta inversión en la UE-25 tiene claramente cinco ganadores: Alemania, Polonia, Austria, Suecia y Finlandia; mientras que España, Portugal y Grecia, e incluso otros países del Sureste de Europa (Italia, Francia y el Reino Unido) son los claros "perdedores".