(Libertad Digital) En siete puntos, el texto presentado por el PSOE que pretende recabar la unanimidad de los grupos en el Congreso, desglosa los antecedentes de la lucha contra la banda terrorista ETA y la necesidad de negociar. En términos muy similares a los que siempre esgrime Ibarretxe, la resolución del PSOE parte de la ausencia de violencia –el domingo estallaron cuatro bombas– para entablar conversaciones con los pistoleros, "sin precio político", es decir, en teoría, a cambio de nada.
Ante este panorama, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, dijo este lunes que el PP deberá optar "entre la soledad y la unidad democrática" cuando el Congreso de los Diputados debata el martes la propuesta de resolución.
José Blanco, como el presidente del Gobierno, rehusó hacer una interpretación sobre las bombas colocadas el domingo por ETA en varias empresas del País Vasco, pero aseguró que esta nueva acción no va a influir en la voluntad del Gobierno de seguir buscando el apoyo de todas las fuerzas políticas para caminar hacia el fin de la violencia.
José Blanco, como el presidente del Gobierno, rehusó hacer una interpretación sobre las bombas colocadas el domingo por ETA en varias empresas del País Vasco, pero aseguró que esta nueva acción no va a influir en la voluntad del Gobierno de seguir buscando el apoyo de todas las fuerzas políticas para caminar hacia el fin de la violencia.
LA RESOLUCIÓN SOCIALISTA PARA HABLAR CON ETA
Reconoce el PSOE en su resolución que la labor policial ha sido esencial, y que "el Estado de Derecho ha demostrado su fortaleza y superioridad frente al terrorismo". Pero en el mismo punto en el que sostienen que la única salida de ETA es dejar las armas –el punto segundo de su resolución–, el PSOE presenta la propuesta de Zapatero: "la política puede y debe contribuir al fin de la violencia". Dicen que ello sólo será posible "si se producen las condiciones adecuadas para un final dialogado de la violencia, fundamentadas en una clara voluntad para poner fin a la misma y en actitudes inequívocas que puedan conducir a esa convicción". Los llamados pues al diálogo son, según la resolución socialista "los poderes competentes del Estado y quienes decidan abandonar la violencia". Tras ello, insisten: "La violencia no tiene precio político y la democracia española nunca aceptará el chantaje".
En el tercer punto, pese al discurso de Zapatero –"ya sólo compartimos con el PP el dolor por los muertos"– se dice que hay una condición imprescindible que es "la unidad democrática de los partidos" y eliminar "de la confrontación política" los asuntos de la lucha antiterrorista.
El cuarto punto se refiere a las víctimas del terrorismo –que ya han mostrado su rechazo a las tesis socialistas y han avalado el discurso de Rajoy– como "la memoria, el recuerdo, la constatación presente y continua del sufrimiento". En este punto cabe recordar que las primeras sospechas de una negociación abierta con ETA las ofreció el propio Alto Comisionado Gregorio Peces Barba en su reunión con los representantes de la AVT. Tras ella, el presidente Francisco José Alcaraz denunció que el socialista les había pedido ceder ante una posible negociación con la banda.
Los puntos 5 y 6, por si acaso, dejan claro que aunque se abran las conversaciones con ETA, sigue la lucha policial. Literalmente: "Seguiremos apoyando al conjunto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: Guardia Civil, Policía Nacional y la Ertzaintza –son las tres que cita el texto– porque de su capacidad y eficacia depende la erradicación de la violencia, tal y como se está comprobando estos últimos años en la progresiva desarticulación operativa de la banda terrorista".
Llama la atención el último punto, el referido a la sociedad. Destacan los socialista su "ejemplo de talento y generosidad" y hacen un llamamiento: "Llamamos a todos los ciudadanos para que, individualmente y a través de las asociaciones y agrupaciones de la sociedad civil en que se integran, asuman sus responsabilidades y trabajen por la desaparición de las actitudes fanáticas, intolerantes y violentas y por la consolidación de su libertad". Es un calco del Pacto de Ajuria Enea mezclado con el Antiterrorista.
La conclusión: "El transcurso del tiempo ha demostrado la vigencia de estos principios. Hoy, constatada la creciente debilidad del terrorismo, gracias a la tenacidad de quienes durante años lo hemos combatido, hacemos un llamamiento para a fortalecer la unidad de las fuerzas políticas en torno a tales principios y acciones, que han demostrado su eficacia".
Rajoy y "la derecha más radical"
La estrategia es conocida: "Sabe [Rajoy] que el PP está controlado por la derecha más radical –sostiene el socialista–, y por eso ha decidido defenderse de los ataques internos ofreciendo a los suyos más derecha y más radicalidad".