L D (EFE) En ese recorte ha influido de manera particular la denominada gestión ordinaria, que se ha duplicado hasta llegar a los 47 millones de euros, ya que la facturación cayó entre enero y marzo pasados un 2,4 por ciento y los ingresos netos se redujeron de 11.024 a 10.755 millones. Los datos generales del grupo en el primer trimestre, aprobados hoy por su consejo de administración, presidido por Luca Cordero di Montezemolo, señalan que los beneficios operativos aumentaron en ese periodo de 71 a 729 millones de euros.
Paralelamente, los beneficios antes de impuestos se situaron en los 561 millones de euros, frente a las pérdidas de 267 millones registradas en 2004. Por el contrario, la deuda neta del grupo se incrementó en 600 millones de euros respecto a diciembre de 2005, por lo que actualmente asciende a 25.900 millones. Este aumento de la deuda lo explica la compañía por la necesidad de liquidez generada por la gestión, que sólo ha podido compensar en parte el ingreso de 1.000 de los 1.550 millones de euros de la indemnización que recibió de GM para poner fin a su alianza.
Con el pago de esa cantidad, el coloso norteamericano se liberó del compromiso de comprar la totalidad de Fiat Auto, debido a la opción de venta que por contrato se reservaron sus actuales propietarios. La deuda financiera del grupo permanece invariable, ligeramente por encima de los 32.000 millones de euros, incluidos cerca de 10.000 millones ligados a operaciones de cesión de créditos. A la vista de los resultados del primer trimestre, el consejo de administración confirmó los objetivos del grupo de terminar 2005 con beneficios, tras varios años de fuertes pérdidas.
"Se confirma para 2005 -señala una nota de la compañía turinesa- el objetivo de seguir por el camino del saneamiento y conseguir una ulterior mejora de los resultados de la gestión ordinaria con el aporte de componentes atípicos". Este optimismo contrasta con la incertidumbre sobre el futuro de Fiat, que parece más que nunca en manos de sus bancos acreedores, que recientemente ratificaron la vigencia del acuerdo que prevé convertir el préstamo de 3.000 millones de euros en acciones de la casa automovilística a su vencimiento, el próximo mes de septiembre.
En caso de que así fuera, los bancos Intesa, Capitalia, San Paolo Imi y Unicredito se convertirían este mismo año en los principales accionistas del grupo turinés, con un 27 por ciento del capital, mientras que la familia Agnelli, la fundadora de la marca, bajaría al 22 por ciento.
Paralelamente, los beneficios antes de impuestos se situaron en los 561 millones de euros, frente a las pérdidas de 267 millones registradas en 2004. Por el contrario, la deuda neta del grupo se incrementó en 600 millones de euros respecto a diciembre de 2005, por lo que actualmente asciende a 25.900 millones. Este aumento de la deuda lo explica la compañía por la necesidad de liquidez generada por la gestión, que sólo ha podido compensar en parte el ingreso de 1.000 de los 1.550 millones de euros de la indemnización que recibió de GM para poner fin a su alianza.
Con el pago de esa cantidad, el coloso norteamericano se liberó del compromiso de comprar la totalidad de Fiat Auto, debido a la opción de venta que por contrato se reservaron sus actuales propietarios. La deuda financiera del grupo permanece invariable, ligeramente por encima de los 32.000 millones de euros, incluidos cerca de 10.000 millones ligados a operaciones de cesión de créditos. A la vista de los resultados del primer trimestre, el consejo de administración confirmó los objetivos del grupo de terminar 2005 con beneficios, tras varios años de fuertes pérdidas.
"Se confirma para 2005 -señala una nota de la compañía turinesa- el objetivo de seguir por el camino del saneamiento y conseguir una ulterior mejora de los resultados de la gestión ordinaria con el aporte de componentes atípicos". Este optimismo contrasta con la incertidumbre sobre el futuro de Fiat, que parece más que nunca en manos de sus bancos acreedores, que recientemente ratificaron la vigencia del acuerdo que prevé convertir el préstamo de 3.000 millones de euros en acciones de la casa automovilística a su vencimiento, el próximo mes de septiembre.
En caso de que así fuera, los bancos Intesa, Capitalia, San Paolo Imi y Unicredito se convertirían este mismo año en los principales accionistas del grupo turinés, con un 27 por ciento del capital, mientras que la familia Agnelli, la fundadora de la marca, bajaría al 22 por ciento.