L D (Agencias) Varios jóvenes con banderas catalanas profirieron gritos contra la guerra y contra el fascismo durante una firma de libros por parte del ex presidente del Gobierno, José Maria Aznar, en un acto en Barcelona, lo que provocó algunos incidentes con los partidarios del ex líder popular. En un primer momento, dos jóvenes con una bandera catalana y profiriendo gritos de "No a la guerra" ocasionaron una trifulca frente a la mesa donde Aznar se encontraba firmando ejemplares de su libro Retratos y perfiles. De Fraga a Bush en unos grandes almacenes de Barcelona.
Los jóvenes se enfrentaron a los partidarios de Aznar profiriendo gritos de "No a la guerra" y "Madrid es culpa tuya", en referencia a los atentados del 11-M. La gente que esperaba la firma de Aznar respondió con gritos de "fuera, fuera" y otros se descolgaron con "rojos de mierda" y "cobardes", poco antes de que vigilantes de seguridad les invitaran a salir. La intervención de los vigilantes fue tan rápida que evitó que desplegaran la bandera.
Unos 20 minutos después reaparecieron cuatro jóvenes con una pancarta y una bandera independentista que fueron echados a empujones por los seguidores del ex presidente. Los jóvenes, que gritaban "fuera los fascistas de los Països Catalans" y "asesinos", no tuvieron tiempo de desplegar su pancarta porque un grupo de simpatizantes populares les empujaron a golpes hacia la salida, rasgando la pancarta e incluso propinándoles golpes a alguno de ellos. Los partidarios de Aznar gritaron "antidemocráticos" a los manifestantes y la intervención de los agentes de seguridad evitó que el enfrentamiento se convirtiera en una pelea. Por su parte, Aznar se mantuvo tranquilo y ajeno a los incidentes y continuó firmando libros, ante centenares de personas que esperaban su turno.
El PSOE culpa al PP de que se pegue a alguien que firma libros
Mientras esto sucedía en Barcelona, en el Parlamento andaluz el reciente incidente en la madrileña librería Crisol, donde el ex secretario general del PCE Santiago Carrillo fue insultado por un grupo de personas, provocó un rifirrafe entre el PP y el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, quien acusó a este partido de "jalear a los hooligans". Esta acusación provocó que el portavoz del PP, Antonio Sanz, pidiera la palabra para exigir que retirara sus "gravísimas acusaciones".
El consejero de la Presidencia denunció que el PP "está generando un caldo de cultivo en una parte de su electorado, que al final se levanta una mañana y se van a la librería Crisol", donde se registró el citado incidente, aunque aclaró a continuación que "no digo que eso lo haya hecho usted". Según Zarrías, el que el PP "jalee permanentemente a los hooligans es malo y nadie debería alimentarlo porque esa minoría es la que al final revienta y pega a Carrillo".
"Ese es el problema que tienen, que de tanto jalearlos al final van a pegar a la gente que simplemente presenta un libro", concluyó el consejero.
Tras estas manifestaciones de Zarrías, Sanz solicitó la palabra "ante la gravedad de las imputaciones al pretende asimilar los electores del PP con los descerebrados que fueron a la librería". Sanz solicitó a Zarrías que retire sus "gravísimas acusaciones para demostrar altura en el debate y altura democrática".
El consejero replicó que en ningún momento se había referido a los militantes del PP, tras lo cual subrayó que "con Aznar, Acebes y usted se está haciendo el caldo gordo a la gente que no quiere la democracia en este país".
El consejero de la Presidencia denunció que el PP "está generando un caldo de cultivo en una parte de su electorado, que al final se levanta una mañana y se van a la librería Crisol", donde se registró el citado incidente, aunque aclaró a continuación que "no digo que eso lo haya hecho usted". Según Zarrías, el que el PP "jalee permanentemente a los hooligans es malo y nadie debería alimentarlo porque esa minoría es la que al final revienta y pega a Carrillo".
"Ese es el problema que tienen, que de tanto jalearlos al final van a pegar a la gente que simplemente presenta un libro", concluyó el consejero.
Tras estas manifestaciones de Zarrías, Sanz solicitó la palabra "ante la gravedad de las imputaciones al pretende asimilar los electores del PP con los descerebrados que fueron a la librería". Sanz solicitó a Zarrías que retire sus "gravísimas acusaciones para demostrar altura en el debate y altura democrática".
El consejero replicó que en ningún momento se había referido a los militantes del PP, tras lo cual subrayó que "con Aznar, Acebes y usted se está haciendo el caldo gordo a la gente que no quiere la democracia en este país".