(Libertad Digital) Así se pone de manifiesto en un informe sobre las emisiones de dióxido de carbono en España en 2004, presentado este miércoles en Madrid por Joaquín Nieto, secretario de Medio Ambiente de Comisiones Obreras y representante de los sindicatos europeos en la Convención de Cambio Climático de la ONU, y por el director de la edición española de la revista World Watch, José Santamarta.
Según informa la agencia Efe , durante la presentación Nieto criticó la política "contradictoria" que a su juicio realiza el Gobierno y denunció la política "irresponsable" del Ministerio de Industria.
El sindicalista consideró que, al margen del citado Plan Nacional, el primer año de Gobierno del PSOE ha sido "un año perdido" en cuanto se refiere a la lucha contra el cambio climático, y pidió al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, que tome la iniciativa, "más allá de declaraciones institucionales", para promover un gran pacto nacional que implique a todos los partidos e instituciones.
Santamarta avanzó además que los primeros indicadores apuntan que el presente año va "francamente mal" y auguró que las emisiones se situarán al final de ejercicio por encima del 50 por ciento respecto al año 1990 (año de referencia del Protocolo de Kioto), cuando España, según este acuerdo internacional, no podrá sobrepasar sus emisiones en un 15 por ciento.
El Gobierno confía en que el Plan Nacional de Asignaciones (NA) sirva para que al final de esta década España sólo supere los niveles de 1990 en un 24 por ciento. Para conseguir el objetivo del 15 por ciento, el Ejecutivo prevé reducir las emisiones en un 2 por ciento gracias a los sumideros (efecto de absorción del CO2 de los bosques), y acudir a los mecanismos de flexibilidad previstos en el Protocolo –entre ellos la compra de derechos de emisión a terceros países– para compensar el 7 por ciento restante.
Según los datos proporcionados por Comisiones Obreras, será necesario que España adquiera 100 millones de toneladas de dióxido de carbono al año en los mercados internacionales (a un precio de unos cinco euros por tonelada) para cumplir sus compromisos. Además, Nieto y Santamarta observaron que la mayoría de los países europeos han conseguido ya "desacoplar" el crecimiento económico del consumo energético y el PIB nacional crece por encima del consumo de energía, mientras que en España ocurre lo contrario y el consumo de energía crece muy por encima de la riqueza nacional.
Según informa la agencia Efe , durante la presentación Nieto criticó la política "contradictoria" que a su juicio realiza el Gobierno y denunció la política "irresponsable" del Ministerio de Industria.
El sindicalista consideró que, al margen del citado Plan Nacional, el primer año de Gobierno del PSOE ha sido "un año perdido" en cuanto se refiere a la lucha contra el cambio climático, y pidió al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, que tome la iniciativa, "más allá de declaraciones institucionales", para promover un gran pacto nacional que implique a todos los partidos e instituciones.
Santamarta avanzó además que los primeros indicadores apuntan que el presente año va "francamente mal" y auguró que las emisiones se situarán al final de ejercicio por encima del 50 por ciento respecto al año 1990 (año de referencia del Protocolo de Kioto), cuando España, según este acuerdo internacional, no podrá sobrepasar sus emisiones en un 15 por ciento.
El Gobierno confía en que el Plan Nacional de Asignaciones (NA) sirva para que al final de esta década España sólo supere los niveles de 1990 en un 24 por ciento. Para conseguir el objetivo del 15 por ciento, el Ejecutivo prevé reducir las emisiones en un 2 por ciento gracias a los sumideros (efecto de absorción del CO2 de los bosques), y acudir a los mecanismos de flexibilidad previstos en el Protocolo –entre ellos la compra de derechos de emisión a terceros países– para compensar el 7 por ciento restante.
Según los datos proporcionados por Comisiones Obreras, será necesario que España adquiera 100 millones de toneladas de dióxido de carbono al año en los mercados internacionales (a un precio de unos cinco euros por tonelada) para cumplir sus compromisos. Además, Nieto y Santamarta observaron que la mayoría de los países europeos han conseguido ya "desacoplar" el crecimiento económico del consumo energético y el PIB nacional crece por encima del consumo de energía, mientras que en España ocurre lo contrario y el consumo de energía crece muy por encima de la riqueza nacional.