(Libertad Digital) “Para la época de ski las vacaciones las hacen por regiones con lo cual consiguen mantener una ocupación media sin crear grandes atascos”, dijo Navarro. Navarro admitió que la DGT se ha visto desbordada por el volumen de tráfico que, entre el viernes y el sábado, supuso el 15 o 20% más de los producidos el miércoles y jueves de Semana Santa que son los “días estrella de volumen de tráfico”.
Esta es la tercera vez en un mes que el director general de Tráfico sorprende con sus ocurrencias. Al presentar la operación especial de Semana Santa, anunció que agentes de la Guardia Civil en 132 coches camuflados conducirían busca del infractor, al que darían el alto. Navarro dijo que la idea es que cuando el infractor esté conduciendo "tranquilo" y vea con las señales que es detenido por los guardias diga "la he cagado".
Tras la Semana Santa, Navarro volvió a sembrar polémica cuando aseguró que "diez radares" podrían llegar a hacer "el mismo trabajo que casi toda la Guardia Civil en controles de velocidad". Esta afirmación indignó a los sindicatos de guardias civiles, que consideraron que la administración esta infravalorando el trabajo de 7.000 agentes de la Guardia Civil de Tráfico y se está lanzando el mensaje de que se puede cambiar el “trabajo humano” que realizan los agentes con las víctimas de los accidentes de tráfico o de ayuda a los conductores cuando tienen algún problema en carretera por rádares con fines “recaudatorios”.
Mientras, el subdirector general de Tráfico, Federico Fernández, afirmó a EFE que retenciones de 200 kilómetros, como las que se esperan para este martes en las entradas a Madrid y dentro de la operación retorno del Puente del 1 de Mayo, "ya se dieron en el 2003 con un Puente de cuatro días, similar a éste". En declaraciones a Efe, Fernández subrayó que la particularidad de este Puente ha sido los tiempos alcanzados en algunas autovías, como la A-3 (Madrid-Valencia), que calificó de "inaceptables" y que llegaron a situarse en 80 kilómetros en seis horas.
El subdirector insistió en que, desde la DGT, "tenemos los medios que tenemos y llegamos hasta donde es posible llegar" pero también subrayó que este Puente de Mayo "al igual que en el Puente de Todos los Santos las retenciones son habituales y los problemas de tráfico recurrentes, lo mismo que las operaciones especiales que por eso se montan". Fernández reconoció que en algunos días del año, como en esta ocasión, las infraestructuras son incapaces de asimilar el gran volumen de tráfico y recordó como ejemplo, el kilómetro 176 de la A-3 (Atalaya) donde entronca la Autovía de Valencia con la de Albacete, en dirección a Madrid, "un punto donde hoy se espera que se repitan kilométricas retenciones".
