LD (Europa Press) En su opinión, "es evidente" que el paquete financiero que describe la capacidad de acción de la UE "deben ser corregido al alza, pero no tanto como hasta el nivel que fue imaginado y presentado por la Comisión, sino entre el 1 por ciento y el 1,12 por ciento o el 1,13 por ciento del PIB", dijo en una entrevista concedida a “France Inter”.
La propuesta del Ejecutivo comunitario supone un techo de gasto del 1,14 por ciento del PIB de la UE, que en créditos de compromiso podría alcanzar un valor de un 1,24 por ciento. Este techo requerirá no obstante una redistribución de fondos, de modo que una parte importante será destinada a la competitividad para el crecimiento y el empleo (16 por ciento), la política de cohesión (4 por ciento) y hacer de Europa un agente mundial (7 por ciento).
La posición del que liderará la dura negociación que se avecina hasta junio implica un nuevo ejercicio de realismo frente a la férrea defensa de los países contribuyentes netos (Alemania, Francia, Austria, Países Bajos, Suecia y Reino Unido) de un techo máximo del 1 por ciento. Por su parte, España sigue oponiéndose a una "rebaja lineal del presupuesto", señalan fuentes diplomáticas.
No obstante, la delegación española ha anunciado que "la rebaja 'per se' no será motivo de veto", por lo que está dispuesta a discutir siempre se le ofrezca algo "aceptable". Lejos de posiciones maximalistas, el Gobierno no ha fijado como "elemento central" de la negociación con sus socios europeos la conservación del Fondo de Cohesión, que se eleva a 11.000 millones de euros en el periodo 2000-2006. Su objetivo es lograr un correcto "saldo final", tanto desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo.