L D (EFE) En un discurso en un foro sobre Cuba en la Universidad de Georgetown, en Washington, el ex jefe de Gobierno aseguró que "la posición lógica es condicionar las relaciones con Cuba a la transformación del régimen y al respeto de los derechos humanos".
En el caso contrario, "lo único que se hace es fortalecer al régimen" cubano, afirmó Aznar. "Eso me parece una gravísima equivocación", indicó el actual profesor asociado en Georgetown, que expresó su satisfacción por una enmienda incluida en una ley que el Parlamento europeo votará en junio y que censura el levantamiento de esas sanciones. Según el ex mandatario, que habló en español pero al que en ocasiones se le escapó alguna que otra palabra en inglés, el cambio de política permite que el régimen castrista utilice a los disidentes como "mercancía" de cambio para obtener concesiones. "Ese es el juego de Castro. Desgraciadamente, hay muchos voluntarios dispuestos a dejarse tomar el pelo porque eso les hace más simpáticos ante ciertos sectores de la población", señaló el ex mandatario.
Aznar recordó que la Unión Europea adoptó una posición común de sanciones hacia Cuba al aprobar una propuesta presentada por el Gobierno español que él encabezaba, para adoptar "una postura firme contra las violaciones de los derechos humanos". Esa posición común condicionaba el cumplimiento de los programas de cooperación con Cuba a dos factores, el fin de la violación de los derechos humanos y la apertura de un proceso de liberalización política que posibilitara el camino a la democracia.
La reacción de Castro, según Aznar, fue la "lógica en alguien que espera morir sin reconocer el fracaso de su revolución: aumentó la represión, encarceló a 75 personas por tener una copia de la Declaración Universal de Derechos Humanos y jugó con sus vidas para extraer concesiones de la UE en un juego macabro". Las sanciones, apuntó, pueden ser a veces "simbólicas", pero "son importantes", como ocurría en las invitaciones de los disidentes a las recepciones en las embajadas de la UE, que fueron una muestra del "apoyo moral" a los disidentes.
Sobre las críticas que Castro ha dirigido contra esa política, el ex jefe de Gobierno les restó importancia y aseguró que "los dictadores necesitan siempre enemigos externos". Cuando su Gobierno abanderó la política de sanciones contra la dictadura cubana, el presidente cubano intentó convertirle en ese enemigo "pero yo no me dejé", aseguró Aznar. El ex presidente del Gobierno español se declaró "convencido" de que finalmente el régimen comunista cubano acabará cayendo y el resultado será "un éxito".
Citó al Papa Juan Pablo II, fallecido el pasado sábado y cuyos funerales se celebraron hoy, viernes, en Roma, con la asistencia de más de 200 mandatarios de todo el mundo, para asegurar que "a los cubanos hay que decirles: 'no tengáis miedo'". "El poder de la libertad es de tal envergadura que no hay que tener miedo, sino todo lo contrario, que (la libertad) venga cuando antes, cuanto antes mejor", agregó Aznar.
Cuba y la UE descongelaron su relación el pasado enero, tras una estrategia de acercamiento emprendida por el Gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero, que sucedió al de Aznar en marzo de 2004.