LD (EFE) Después de la retirada de circulación del dólar, el pasado noviembre, el dictador cubano, Fidel Castro, anunció que habría nuevas medidas de política monetaria que empezó a desvelar anoche, en una intervención especial ante dirigentes del Partido y las Juventudes Comunistas, las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior.
Tras cerca de tres horas de exaltación del socialismo, de pronósticos sobre las posibilidades de Cuba y de llamamientos a los dirigentes del país para que se sumen a la lucha contra los "trapicheos", Castro leyó una resolución del Banco Central de Cuba que anunció la revalorización del peso cubano.
Desde hoy, el peso cubano se venderá a 24 por dólar y se comprará a 25, frente a las tasas de 26 y 27 vigentes hasta el jueves. La medida, que coincide con la estrategia del Gobierno de retomar la vía de la centralización, es parte de una "progresiva, gradual y prudente, revaluación de la moneda nacional", apuntó la resolución. El peso cubano convive con el peso convertible, de valor equivalente al dólar estadounidense, que fue retirado de circulación en la isla en noviembre y gravado con un 10 por ciento en los cambios en efectivo.
Tras cerca de tres horas de exaltación del socialismo, de pronósticos sobre las posibilidades de Cuba y de llamamientos a los dirigentes del país para que se sumen a la lucha contra los "trapicheos", Castro leyó una resolución del Banco Central de Cuba que anunció la revalorización del peso cubano.
Desde hoy, el peso cubano se venderá a 24 por dólar y se comprará a 25, frente a las tasas de 26 y 27 vigentes hasta el jueves. La medida, que coincide con la estrategia del Gobierno de retomar la vía de la centralización, es parte de una "progresiva, gradual y prudente, revaluación de la moneda nacional", apuntó la resolución. El peso cubano convive con el peso convertible, de valor equivalente al dólar estadounidense, que fue retirado de circulación en la isla en noviembre y gravado con un 10 por ciento en los cambios en efectivo.
La bonanza económica permitirá inundar la isla de ollas arroceras
El mandatario cubano arremetió con dureza contra los "desvíos" y los "trapicheos" y llamó a los dirigentes del país reunidos en el Palacio de Convenciones a combatir estas prácticas. "Les invito a todos a luchar para que estas cosas no ocurran", apuntó Castro, que reiteró sus promesas de inundar Cuba de ollas arroceras y cocinas eléctricas para ahorrar combustible y abandonar el queroseno, "anacrónico, antediluviano e insalubre", utilizado por buena parte de las familias cubanas.