L D (Europa Press) Dichas esculturas estaban próximas a la de Franco en la zona de Nuevos Ministerios, que consideró "una reliquia del pasado", y, a su juicio, el mantenimiento de las tres "podía interpretarse como un símbolo de la superación de un pasado que no molesta a nadie, que ocurrió hace 70 años y que fue una tragedia para España".
El diputado regionalista se preguntó a "qué viene ahora remover el pasado" y puso en duda el talante de los socialistas. A su juicio, en vez de mirar al futuro, "vamos a volver a enredarnos otra vez en historias del pasado". "Si hay que enredarse nos enredaremos, pero eso no es nada bueno para España, todo lo contrario", dijo. Así, manifestó que lo que "realmente" debe ocupar es que el Gobierno haya aceptado la visita del ministro del asunto Exteriores de Cuba, "que ese sí es el representante de un régimen vivo, el régimen castrista, sanguinario, dictatorial, que ha conducido a Cuba al empobrecimiento más atroz de toda su historia y ahí sigue". "Eso sí me parece grave, perdernos en una discusión sobre una estatua de Franco y dos días antes recibimos bajo palio al representante de esa dictadura sanguinaria", insistió.
Por otro lado, el alcalde de Santander, Gonzalo Piñeiro, reiteró hoy que tanto la Estatua de Franco como la talla en piedra del escudo de la República "se retirarán" tarde o temprano de la Plaza del Ayuntamiento y, además, se hará "con normalidad y no con nocturnidad" como la estatua del dictador en Madrid, según afirmó. Durante un encuentro con los medios de comunicación, el alcalde explicó que la talla del escudo de la República se encuentra a cinco metros de la estatua de Franco, en la Plaza del Ayuntamiento, en la que este viernes alguien había depositado media docena de claveles rojos y amarillos.