(Libertad Digital) Tras la antigua colonia británica, completan la lista de los diez países económicamente más libres Singapur, Luxemburgo, Estonia, Irlanda, Nueva Zelanda, Reino Unido, Dinamarca, Islandia y Austria. En el lado negativo encontramos a Corea del Norte, que al obtener el máximo en la puntuación (5 puntos) en las diez categorías con que se elabora el índice, es la economía más reprimida del mundo. Rusia ocupa el puesto 124 del índice, con 3,56 puntos, India el 118 con 3,53, China el 112 (3,46). La dictadura cubana es uno de los países con mayor represión económica, ya que obtiene 4,29 puntos y ocupa el lugar 149 de la lista, de los 155 que la forman.
![Momento de la presentación](http://www.libertaddigital.com/fotos/noticias/efaes150305.jpg)
Uno de los hallazgos que revela el Índice es que los países más libres económicamente son también los más ricos. De este modo
Marc A. Miles, director del Centro de Comercio Internacional y Economía en The Heritage Foundation y coautor del informe, ha hecho mención a una estadística que relaciona la libertad económica de los países con su Producto Interior Bruto
per cápita, medido según la paridad del poder de compra. Mientras que los países económicamente libres alcanzan un PIB per cápita que ronda los 30.000 dólares de media, los mayormente libres apenas superan los 12.000. Los países con una economía mayormente controlada y los reprimidos económicamente no alcanzan los 4.000 dólares por persona, de media.
Por otro lado los países económicamente más libres alcanzan un mayor crecimiento, independientemente de que sean más o menos ricos. Esto chocaría con la visión de que hay una trampa de la pobreza que impide el desarrollo, lo que ha descartado Carlos Rodríguez Braun en su alocución en la presentación del Índice. La libertad económica, media por el índice elaborado por la Heritage Foundation, está también positivamente relacionada con otros aspectos del desarrollo, como el Índice de Desarrollo Humano o la esperanza de vida. Por otro lado, aunque no hay una clara correlación entre libertad económica y desigualdad, sí se observa que los países económicamente más reprimidos tienen mayores desigualdades en renta y en riqueza.
24% de la población mundial en economías libres
Sólo el 23,9% de la población mundial se desenvuelve en economías libres o mayormente libres, según el estudio. El resto del mundo vive en países con economías mayormente controladas o reprimidas, aunque en esta última categoría se encuentra sólo el 4% de la población mundial. De este modo, la gran mayoría de la población, hasta el 72,1%, vive bajo economías mayormente controladas. Hay que tener en cuenta que en esta categoría están China, que reúne a un 21,4% de la población mundial, e India, que alberga al 17,5%.
Otro de los hallazgos es que la mejora en el índice de libertad económica está positivamente relacionado con el crecimiento económico. De este modo, si se dividen los países en cinco grupos iguales, o quintiles, el que más mejora en libertad económica entre 1995 y 2002 obtenía una media de tasa de crecimiento en el mismo período del 4,89% de media. El crecimiento medio de los siguientes quintiles se hace más moderado hasta alcanzar el 2,53% en los países que menos han progresado en libertad económica, o que incluso en el período han sufrido regresiones. En conjunto se observan progresos desde el informe 2004 al editado este año.
Los criterios en que se basa el índice son diez, entre lo que se encuentran la política de comercio exterior, el mantenimiento de un sistema monetario libre y estable, la intervención del gobierno en la economía, la carga impositiva del gobierno o el nivel de regulaciones de los distintos sectores económicos. También se consideran el mantenimiento de un Estado de Derecho que defina y defienda los derechos de propiedad o la libertad de flujos de capital e inversión extranjera.
Libertad y terrorismo
Carlos Rodríguez Braun, catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad Complutense de Madrid, se refirió en la presentación del informe a dos capítulos que se incluyen en el informe y que complementan el índice. En concreto se refirió al titulado Terrorismo global y economía global. Rodríguez Braun extrajo del estudio la conclusión de que “si los países no comercian se fomentará el terrorismo, lo que retrasará la creación de riqueza, que es en sí misma necesaria para combatir el terrorismo”.
De todos modos no es la pobreza la que causa el terrorismo, sino la falta de oportunidades para prosperar, que según Marc A. Miles lleva a la desesperación a muchos y puede encaminarles por la vía del terrorismo. Carlos Rodríguez Braun concluyó que “existen pocas armas contra el terrorismo más eficaces que el libre comercio mundial”. Marc A. Miles añadió que en la lucha contra el terrorismo “no queremos alcanzar un juego de suma negativa, en que perseguir el terrorismo sea a costa de nuestra libertad y nuestra riqueza”, necesarias precisamente para esa lucha.
El otro capítulo que forma parte del estudio de la Heritage Foundation y el Wall Street Journal y que fue destacado por Carlos Rodríguez Braun es el titulado Los beneficios de una alianza global de libre comercio. Los autores hacen un repaso de la evolución de la Organización del Comercio Mundial y del antiguo GATT, y observan que los progresos en las últimas décadas han sido muy lentos. Rodríguez Braun incidió en que la explicación de esta lentitud se debe a que el planteamiento consiste en partir del statu quo para reducir los aranceles meriante acuerdos multilaterales en determinadas industrias. Todo ello exige largos y complicados procesos de negociación que ralentizan la liberalización del comercio mundial. Por eso se suma a la petición de una alianza global de libre comercio que partiría de la eliminación de los actuales aranceles, y en la que entrarían los países más favorables al libre comercio mundial, a los que se irían sumando otros.
Por otro lado Carlos Rodríguez aprovechó la ocasión para mostrar una inquietud que le surge en la lectura del índice. En concreto se refirió al hecho de que, si uno observa uno de los criterios del índice, el referido a la carga impositiva del gobierno, los países más ricos suelen tener una mayor carga que los más pobres. La razón que encuentra Rodríguez Braun se refiere a lo que llamó “la calidad de la intervención”. Con ello se refería al hecho de que en los países ricos, si bien la parte de la renta y de la riqueza que se queda el Estado es mayor, la que todavía se mantiene en las manos de los ciudadanos está definida y protegida eficazmente por el Estado de Derecho. Esta protección permite a la los ciudadanos crear riqueza, aunque una parte de la misma vaya a manos del Estado en mayor proporción que en los países pobres.