L D (Europa Press) El presidente del PP, Mariano Rajoy, criticó la política exterior desarrollada por el Gobierno, que calificó como la "orgía permanente", asegurando que los españoles no quieren que "la prioridad de la política exterior sea Cuba, Venezuela o Marruecos", ya que hay otras más importantes.
Rajoy clausuró este martes en Vitoria la reunión de la Unión Intermunicipal del PP y se refirió a la visita a España del ministro de Exteriores cubano, Felipe Pérez Roque. En opinión de Rajoy, "cientos de miles de exiliados cubanos, de presos políticos, de gente de a pie y de personas que dejaron su vida cruzando el estrecho de la Florida huyendo de Fidel Castro recibieron su ración de talante".
Denunció que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "no quiso salir en la foto" de la visita, aunque "probablemente quiera cuando Casto libere, haciendo una concesión graciosa al presidente de nuestro Gobierno, a dos o tres de las personas que ha metido en la cárcel, lisa y llanamente, porque Cuba es una dictadura".
"Así, cambiando la posición de la Unión Europea –sostuvo Rajoy–, ni se defiende la democracia, ni la libertad, ni los derechos humanos y no me parece que los españoles quieran que la prioridad de la política exterior sea Cuba, Venezuela o Marruecos, sino que hay otras prioridades mucho más importantes" recalcó.
Rajoy clausuró este martes en Vitoria la reunión de la Unión Intermunicipal del PP y se refirió a la visita a España del ministro de Exteriores cubano, Felipe Pérez Roque. En opinión de Rajoy, "cientos de miles de exiliados cubanos, de presos políticos, de gente de a pie y de personas que dejaron su vida cruzando el estrecho de la Florida huyendo de Fidel Castro recibieron su ración de talante".
Denunció que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "no quiso salir en la foto" de la visita, aunque "probablemente quiera cuando Casto libere, haciendo una concesión graciosa al presidente de nuestro Gobierno, a dos o tres de las personas que ha metido en la cárcel, lisa y llanamente, porque Cuba es una dictadura".
"Así, cambiando la posición de la Unión Europea –sostuvo Rajoy–, ni se defiende la democracia, ni la libertad, ni los derechos humanos y no me parece que los españoles quieran que la prioridad de la política exterior sea Cuba, Venezuela o Marruecos, sino que hay otras prioridades mucho más importantes" recalcó.
Sobre la entrevista con el Rey
Por su parte, el portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Gustavo de Arístegui, expresó la "profunda preocupación" de su formación por los "gestos de cercanía" del Gobierno socialista hacia la dictadura de Fidel Castro. Además, censuró que el Ejecutivo haya permitido esta visita del ministro de Exteriores, Felipe Pérez Roque, cuando Cuba "no ha cumplido las exigencias" impuestas por la Unión Europea en materia de derechos humanos.
Al ser preguntado por la entrevista que el Pérez Roque mantuvo con el Rey, el portavoz popular explicó: "El problema no es que su Majestad haya recibido al ministro de Exteriores de Cuba, sino que se haya producido esa visita a España y eso sí es responsabilidad del Gobierno. Lo que nosotros criticamos es la presencia de ese ministro de Asuntos Exteriores en España", recalcó.
A su juicio, dicha visita supone "un gesto positivo y amistoso innecesario en un momento en que no se han cumplido las exigencias que la comunidad internacional y la UE habían hecho a la dictadura castrista para liberar inmediatamente a los presos políticos y de conciencia en la isla".
Arístegui calificó de "escandaloso" que el ministro castrista "quiera comparar una dictadura con un Estado de derecho como es España" cuando en nuestro país, recalcó, los "jueces y tribunales son independientes" y "no obedecen al poder político" como en Cuba. Además, señaló que el balance "no es positivo" porque mientras se dejaba en libertad a 14 cubanos, "otras 21 personas han sido encarceladas".
Tras reiterar la "preocupación" del PP por los "gestos" del Gobierno a personas como Fidel Castro o el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, exigió una "liberación inmediata y sin condiciones de todos los presos de conciencia" en Cuba y que se permita "una apertura clara hacia la democracia".