L D (Europa Press) El ministro de Exteriores de la dictadura cubana fue recibido en audiencia por el Rey Juan Carlos en el Palacio de La Zarzuela, luego se entrevistó con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero durante 45 minutos en el Palacio de La Moncloa. En ambos encuentros estuvo acompañado por su homólogo español, Miguel Ángel Moratinos, que le ofreció un almuerzo en el Palacio de Santa Cruz al término del cual ambos ofrecieron una rueda de prensa para dar cuenta del resultado de esta visita en la que el Gobierno se ha volcado. Mañana Pérez Roque tiene previstos encuentros con líderes de Izquierda Unida y del PSOE.
Al ser preguntado específicamente si la dictadura tiene la intención de liberar a más presos, después de que la Unión Europea saludara la decisión de La Habana de excarcelar, no liberar, el pasado otoño a 14 de los 75 disidentes encarcelados en la primavera de 2003, aclaró que, en Cuba "como en España", la decisión de liberar a quien está en prisión corresponde a un tribunal. "La ley –dijo– especifica las circunstancias en las que eso pude hacerse. No es potestad del Gobierno y menos de la cancillería". En la misma línea, añadió que los presos que fueron puestos en libertad hace unos meses lo fueron bajo la figura de una licencia extrapenal por "razones de salud" y fue la decisión de un tribunal que el Gobierno "acató". "Nosotros sobre ese tema no podemos actuar fuera de los marcos de la ley, porque somos un Estado de derecho, hay leyes, hay tribunales y un procedimiento que no puede ser violado por el Gobierno", argumentó.
Moratinos dice que es "optimista"
Moratinos, quien le recordó la petición del Gobierno español de "poder ser testigo" lo más rápidamente posible de la liberación de presos políticos. También le mostró la voluntad de la UE y de España de entablar el diálogo con los "sectores independientes" de la dictadura cubana porque se considera que es "la mejor manera de ampliar el consenso, la voluntad de progreso y esta nueva fase iniciada con las autoridades cubanas".
"Vamos a seguir trabajando y yo estoy confiado en que próximamente tendremos resultados específicos. Vivimos un proceso. Esto no es una negociación con la voluntad de resultados inmediatos pero sí que beneficien la relación de la UE y Cuba", argumentó Moratinos.
Con respecto a otro asunto de la agenda bilateral, como es la situación del Centro Cultural español de La Habana, edificio que la dictadura cubana desalojaron en 2003, Moratinos subrayó el deseo del Gobierno de que vuelva a ser un centro cultural del Gobierno español para "promover la amistad, los contactos y el acervo cultural común". "Creo que mi colega ha tomado buena nota y que todo este proceso que hemos iniciado hace diez meses está dando resultados", dijo. "Yo soy optimista y creo que encontraremos una solución satisfactoria para utilizar el centro como plataforma para establecer un marco de diálogo y entendimiento", añadió el titular español de Exteriores.
Pese a todo, Moratinos no ocultó que la discusión mantenida hoy con su colega fue, además de positiva, "acalorada y apasionada". Eso sí, insistió en que el proceso de normalización de relaciones, tanto bilaterales como con la Unión Europea se está consolidando y que se han dado "pasos significativos" que demuestran la voluntad de mantener una relación "normal" entre España y la dictadura cubana. "Esperamos que en el futuro tengamos resultados concretos de diálogo constructivo y serio entre las autoridades cubanas y España", confió Moratinos.
La dictadura pretende que la UE abandone sus exigencias democráticas
La dictadura cubana planteó además al Gobierno español su propuesta para cambiar "radicalmente" la relación y el diálogo político en materia de Derechos Humanos entre Cuba y la Unión Europea, que supondría que la UE "abandone el actual camino de la Posición Común" por un diálogo "recíproco y basado en la franqueza".
Pérez Roque habló de posibilidades de cooperación en materias concretas como sistemas penitenciarios, impartición de Justicia y sistemas electorales, pero pidió que la UE abandone la Posición Común de 1996 –que exige a Cuba avances en democratización y Derechos Humanos– y que no se sume a las condenas de Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Cuba, relató Pérez Roque, tiene interés en avanzar en una iniciativa "genuina" entre la UE y Cuba y está dispuesta a llegar a un acuerdo con los Veinticinco en materia de sistemas penitenciarios, judiciales, de sistemas electorales o cooperación en materia de derechos humanos en el plano internacional.
El ministro del dictador Castro mostró esta disposición como parte de un "nuevo ambiente" para avanzar en una mayor cooperación de Cuba con los mecanismos internacionales no "discriminatorios y no selectivos" de derechos humanos. Pero para ello, es necesario, a su juicio, crear un nuevo momento en la relación y una vocación de la UE y, en particular, que deje de apoyar "de manera automática" la resolución que sobre este tema presenta cada año Estados Unidos en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Negó también que Bruselas haya puesto un plazo para obtener de La Habana algún "gesto" en materia de Derechos Humanos y mencionó que es un proceso que está comenzando, que se ha "restablecido la confianza" y el "compromiso" de la dictadura cubana con la UE y con España. Así pues, destacó que ha cambiado una situación en la que se "levantaban barreras de incomunicación" y el diálogo no era posible y que apreció en la UE un "reconocimiento al papel de España y una voluntad de acompañar esta iniciativa" que es, a su juicio, un reconocimiento a lo que se ha hecho estos meses.
Invitación al Rey
Durante la audiencia mantenida con el Rey don Juan Carlos, el jefe de la diplomacia de la dictadura cubana, que calificó el encuentro de "cordial y muy cálido" hizo llegar al monarca una invitación de Fidel Castro para que el Rey haga una visita de Estado a la isla.
Además, le comunicó el deseo del "comandante" de participar en la próxima cumbre iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará en Salamanca a mediados del próximo mes de octubre.
Sobre la invitación al Rey, Moratinos dijo que se trata de la "reactualización" de una invitación que siempre ha estado abierta y se ha decidido que, por canales diplomáticos se trabaje en ella. En todo caso, dejó claro que, en este momento, no hay ninguna fecha para la visita que sólo se celebraría "en el momento en que pueda ser "beneficiosa para reforzar las relaciones bilaterales"