L D (EFE) De luto, Don Juan Carlos y Doña Sofía, los Príncipes de Asturias y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, llegaron a pie al Bosque de los Ausentes. En el acto también participaron representantes de las altas instituciones del Estado, con los presidentes del Congreso y del Senado, de los partidos políticos, con el jefe de la oposición, Mariano Rajoy, del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid y de los 16 países que perdieron a alguno de sus ciudadanos en los trenes.
A esta misma hora, las televisiones y emisoras de radio se sumaron a los cinco minutos de silencio y, en señal de solidaridad con las víctimas y familiares, y conectaron sus emisiones con la inauguración del Bosque de los Ausentes.
A esta misma hora, las televisiones y emisoras de radio se sumaron a los cinco minutos de silencio y, en señal de solidaridad con las víctimas y familiares, y conectaron sus emisiones con la inauguración del Bosque de los Ausentes.
El secretario general de Naciones Unidas,Kofi Annan; el presidente de Afganistán, Hamid Karzai; el presidente de Senegal, Adboulay Wade; el de Mauritania, Maauiya Uld id Ahmed Taya; el presidente de Portugal, Jorge Sampaio; el Gran Duque de Luxemburgo, y otros presidentes y primeros ministros europeos acudieron a la inauguración del Bosque de los Ausentes.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el alcalde madrileño, Alberto Ruiz Gallardón, los portavoces de los grupos en la Asamblea de la Comunidad y en la corporación municipal y el Alto Comisionado para la atención a las víctimas del terrorismo, Gregorio Peces Barba, también estaban en este acto.
Junto a ellos, el Alto Representante de la UE para la política exterior y de seguridad, Javier Solana; el presidente del Parlamento Europeo, José Borrell; y los embajadores de los dieciséis países que perdieron a alguno de sus ciudadanos en los atentados.
El Bosque de los Ausentes es un espacio formado por 192 cipreses y olivos que recuerdan a cada una de las víctimas mortales y que, desde este viernes, están en una colina ajardinada de El Retiro, rodeados por una lámina circular de agua que simboliza la vida. El acto, en el que no hubo discursos, se cerró con la interpretación de "El Cant dels ocells", de Pau Casals, y con cinco minutos de silencio.