L D (Agencias) El presidente de Convergencia i Unió, Artur Mas, ha comunicado este lunes que la federación nacionalista no asistirá a ninguna cumbre convocada por el presidente de la Generalidad, Pasqual Maragall, en el proceso de reforma del Estatuto, porque "no le reconocemos ni autoridad política ni moral para liderar el proceso" de reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña.
Mas exigió a Maragall un "rectificación formal y pública" de sus acusaciones contra CiU por el supuesto cobro de comisiones del 3 por ciento por la adjudicación de obras públicas. Según Mas, Maragall "se ha cargado la capacidad de diálogo" y la "convivencia política" en Cataluña. El jefe de la oposición ha admitido que "erró" el jueves pasado al aceptar la inmediata rectificación de Maragall en el Parlamento después de haber lanzado las acusaciones de corrupción contra CiU, una rectificación que ahora considera "insuficiente" y cree que la federación nacionalista "no tiene más remedio que autodefenderse".
Mas aseguró que CiU seguirá trabajando en el marco de la ponencia parlamentaria que elabora la reforma estatutaria, ya que, en su opinión, "es en el Parlament, con todos los grupos políticos, el lugar donde debe desarrollarse" este debate. Asimismo, recordó que su grupo sigue haciendo trámites –la anunció hace cinco días– para presentar en breve una querella contra el presidente de la Generalidad si no retira sus acusaciones.
Respecto a las acusaciones de corrupción, el ex presidente de la Generalidad Jordi Pujol declinó hacer ningún tipo de comentario. Pujol, que pronunció una conferencia en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, declaró a Europa Press, en tono irónico: "He estado de viaje" y "sólo he leído Le Monde y Le Figaro", por lo que "no sé de qué acusaciones me habla". El ex presidente catalán insistió, poco antes de iniciar del acto, que "he venido aquí a pronunciar una conferencia", rechazando comentar la intervención de Maragall en el Parlamento catalán.