L D (EFE) La "arremetida" está relacionada con las denuncias hechas en las últimas semanas por portavoces del Ejecutivo de que algunos medios privados y periodistas venezolanos podrían estar siendo financiados por Estados Unidos para escribir contra el gobierno desde una presunta posición de imparcialidad.
Frente a esa postura los portavoces gubernamentales afirman que no hay un país en el mundo con mayor libertad de expresión que Venezuela, y ponen como ejemplo los programas de opinión en medios audiovisuales y la posición adversa de la mayoría de la prensa privada.
Acompañan esta tesis asegurando que el los seis años de gobierno de Chávez no se ha cerrado ningún medio de comunicación ni se ha detenido a ningún comunicador por expresar opiniones políticas. Algunos de los periodistas participantes en la protesta de este sábado tienen abiertos procesos judiciales, pero por la comisión de presuntos delitos contemplados en el código penal.