L D (Europa Press) En el libro "En un mundo sin miedo", Garzón recuerda el orgullo que sintió al leer junto a su hija María un manifiesto contra la guerra de Irak en una de las manifestaciones que se convocaron en Madrid, "aunque sabía" que su "participación en ese acto iba a tener consecuencias". "El Consejo General del Poder Judicial ya había intentado buscarme las vueltas por haber criticado el apoyo del entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, a la guerra de Irak, en un artículo publicado en un medio de comunicación. Entonces las cosas fueron un poco más lejos, pero al final no se me expedientó, aunque aún pago las consecuencias", afirma el magistrado.
"El PP -continúa- no me ha perdonado mi posición crítica con su política de gobierno y ya me ha castigado cuando pedí la plaza de presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Creo que algunos, desde dentro, están intentando lastrar la administración de justicia en forma muy grave. Quien tendría que defenderla la ataca."
Durante las 421 páginas que tiene el libro son varias las ocasiones en las que Garzón se refiere a la guerra de Irak. También critica las condiciones en las que se encuentran los presos acusados de terrorismo de la base estadounidense de Guantánamo, y hace un continuo alegato para que la lucha contra el terrorismo no suponga un menoscabo de los derechos y libertades de los ciudadanos.