(Libertad Digital) Tras la manifestación de las víctimas, el ministro José Bono reiteró en los numerosos medios de comunicación a los acudió para dar su versión de los incidentes que había acudido a la manifestación con su hijo a título particular: “He ido como un ciudadano más, con mi familia, a mostrar mi apoyo y a manifestar mi cercanía con los que sufren el terrorismo directamente”. Bono rechazó el informar de su presencia a los organizadores de la manifestación y colocarse junto con las demás personalidades políticas.
Tras los incedentes que se produjeron en la marcha de la AVT, el delegado del Gobierno, Constantino Méndez, y el ministerio del Interior iniciaron una operación de caza y captura de las personas que estaban en el en torno de Bono en la manifestación, de tal manera que sólo se identificó a varios militantes del PP que fueron detenidos sin prueba alguna.
Tal y como informa La Razón, siete días después durante una visita a la base de la OTAN en Bétera, Valencia, Bono insistió en que había sido agredido y recalcó la cuestión de la privacidad de su presencia en la concentración de la Asociación de Víctimas del Terrorismo.
Este domingo en la COPE, Bono volvió a representar su papel de víctima y contrapuso su actitud con la de "un grupo de violentos, o de intransigentes o de gentes cargados de ira" que "me insultaron e incluso me llamaron asesino, me empujaron, me dieron algún puñetazo".
Sin embargo, según cuenta La Razón, aunque asistiera como “ciudadano”, Bono llevó consigo a uno de los fotógrafos que habitualmente le acompañan a los actos oficiales, algo poco habitual en un acto extraoficial y más cuando su supuesta intención era la de pasar como un ciudadano anónimo.