LD (Agencias) Miguel Ángel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, ha elogiado el "enorme coraje" demostrado por los iraquíes en las elecciones generales de este del domingo, que abren, añadió, "una nueva fase para el futuro de Irak". En su evaluación, mostró su confianza en que las elecciones permitirán al país árabe “recuperar plenamente sus derechos democráticos y de manera pacífica”.
En las declaraciones hechas en Bruselas a su llegada a la sede del Consejo Europeo para acudir a la reunión de ministros de Exteriores de la Unión Europea, el jefe de la diplomacia española señaló que “hay que hacer una valoración positiva. El pueblo iraquí tuvo enorme coraje en unas circunstancias de seguridad imposibles. Demostró que una democracia y el mejor instrumento de democracia son las elecciones, acudir, votar, participar y construir su futuro”.
Por último, reiteró que este proceso electoral democrático era el objetivo de José Luis Rodríguez Zapatero. “Es lo que siempre nuestro Gobierno y España había apoyado: estas elecciones democráticas. Contribuimos con una parte política y financiera importante”, señaló.
Amnesia en Asuntos Exteriores
El nueve de septiembre de 2004, durante una visita oficial a Túnez, Zapatero provocaba el malestar de EEUU al declarar en una rueda de prensa junto con el primer ministro de ese país, Mohamed Ghanouchi, que "con respecto a todos los países que están allí (en Irak), si hubiera más decisiones en la línea del Gobierno español (la retirada de tropas) se abriría una expectativa más favorable". En ese entonces, al mandatario le preocupaba profundamente la inestabilidad en Irak y la falta de una dirección para lograr completar la transición democrática. Por ello, decía que el repliegue de los soldados extranjeros "abriría una expectativa más favorable" para el país árabe.
En su juicio, señalaba en ese entonces, la decisión de entrar en guerra contra el Irak de Sadam Husein fue "un camino profundamente equivocado". Asimismo, opinó que no serán quienes han aplicado la "lógica militar" los que "lleven la paz al conflicto entre Israel y Palestina", sino "los que crean de verdad en un proceso de diálogo".
Antes de ganar las elecciones de marzo de 2004, José Luis Rodríguez Zapatero manifestaba que las tropas españolas sólo se quedarían con un mandato claro que otorgara a la ONU el control de la situación. Después, ya en el discurso de investidura, explicó que, según sus contactos internacionales –acababa de llegar al poder–, el Gobierno no preveía que saliera adelante una resolución que otorgara el control político y militar al Consejo de Seguridad.
Por eso y sin esperar a que el organismo multilateral desempeñara el papel que él demandaba, Zapatero ordenó la retirada de las tropas con más de un mes de anticipación. En la escena internacional, Moratinos justificaba la medida indicando que España sólo se había adelantado a la resolución de Naciones Unidas.