L D (Agencias) El PP de Madrid y los dos militantes del partido en Las Rozas ya han presentado en los Juzgados de Plaza de Castilla la denuncia por detención ilegal tras los sucesos del sábado.
Pero las acusaciones e insultos desde el PSOE no han cesado. Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Ángel Acebes, secretario general del PP, han sido objeto de todo tipo de calumnias. La consigna es citarles como el mejor ejemplo de la extrema derecha. Se lo dijo el coordinador socialista, José Blanco, a la presidenta madrileña. Este mismo jueves, el líder de los socialistas vascos, Patxi López ha dado un paso más: "la extrema derecha es Acebes". Ya el miércoles, el PSM adoptó la conclusión de que "PP y violencia son compatibles".
Ante este panorama, y descubierto ya que el atestado policial no halló agresión alguna, Esperanza Aguirre lanza varias preguntas al Gobierno y, en concreto al ministro del Interior, José Antonio Alonso. La presidenta de la Comunidad y del PP de Madrid quiere saber si es cierto que "hubo que cambiar a los funcionarios porque se negaron a practicar detenciones ilegales", si "se dijo públicamente 'el ministro quiere detenciones y habrá detenciones'" y por qué se identificó a cinco militantes del PP "en una fotografía en la que aparecen 49 cabezas" como presuntos agresores del ministro de Defensa, José Bono.
La también presidenta del PP de Madrid calificó de "gravísima" la "detención presuntamente ilegal de dos militantes del PP por el hecho de serlo". "A eso añadimos la descalificación a mi persona sin un solo argumento y eso es una forma de totalitarismo. Cuando no se tienen argumentos se etiqueta y se descalifica".
Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, anunció desde Córdoba que pedirá el cese del ministro del Interior, José Antonio Alonso, si el Gobierno de la Nación no da explicaciones en el Congreso de los Diputados sobre la "detención ilegal" de dos militantes del PP. Rajoy, durante su intervención en una junta provincial del PP de Córdoba, calificó como "una acción ilegal e impropia de una democracia civilizada" la detención de los militantes populares madrileños, para ser interrogados por la Policía Nacional en relación con los insultos que sufrió el ministro de Defensa, José Bono, durante la mencionada manifestación, hechos que el presidente del PP condenó, a la vez que aseguró que lamentaba que se hubiera insultado a Bono.
No obstante, esta cuestión no justifica, según Rajoy, que se produjera tal detención. A su juicio, "se ha forzado la voluntad de funcionarios policiales y se han abierto tres expedientes hasta que encontraron a una persona que aceptaba hacer aquello que le mandaban, y se ha cesado a un funcionario policial por honrado, aunque luego lo mantuvieron en su puesto porque se dieron cuenta del disparate que eso suponía".
"Desde luego –explicó Rajoy–, pediremos explicaciones en el Congreso de los Diputados". De lo contrario, continuó, pedirán "el cese del ministro del Interior". Al margen de ello, Rajoy consideró que la referida manifestación, "convocada para pedir que no se concedieran beneficios penitenciarios a etarras y para pedir al Gobierno que no negocie con ETA, fue un éxito, porque acudieron decenas de miles de ciudadanos que representaban a otras decenas de miles de ciudadanos".