L D (EFE) Testigos oculares afirmaron que el ataque fue perpetrado con lanzagranadas dirigidas contra el vehículo, que estaba en ruta hacia una base militar norteamericana, cerca de la localidad de Baghdadi, al oeste de la capital iraquí. Añadieron que hubo un número indeterminado de víctimas.
Sin embargo, las fuentes de la Guardia Nacional iraquí afirmaron que no se registró ninguna víctima mortal y no ofrecieron información sobre heridos. Miembros de la Policía y la Guardia Nacional iraquíes y funcionarios del Gobierno son frecuentes blancos de los ataques de terroristas, quienes les acusan de colaborar con las “fuerzas de ocupación”. El nuevo secuestro se enmarca en la campaña de los radicales suníes para intentar impedir la celebración de las elecciones generales previstas para el 30 de enero.
Más de un centenar de iraquíes y extranjeros han sido secuestrados –y decenas de ellos asesinados– por grupos terroristas desde el inicio la pasada primavera de la conocida como crisis de los rehenes, considerada como un nuevo factor de inseguridad en la escalada de violencia que sufre Irak.
Sin embargo, las fuentes de la Guardia Nacional iraquí afirmaron que no se registró ninguna víctima mortal y no ofrecieron información sobre heridos. Miembros de la Policía y la Guardia Nacional iraquíes y funcionarios del Gobierno son frecuentes blancos de los ataques de terroristas, quienes les acusan de colaborar con las “fuerzas de ocupación”. El nuevo secuestro se enmarca en la campaña de los radicales suníes para intentar impedir la celebración de las elecciones generales previstas para el 30 de enero.
Más de un centenar de iraquíes y extranjeros han sido secuestrados –y decenas de ellos asesinados– por grupos terroristas desde el inicio la pasada primavera de la conocida como crisis de los rehenes, considerada como un nuevo factor de inseguridad en la escalada de violencia que sufre Irak.