L D (EFE) Las versiones contradictorias sobre la detención del llamado "canciller" de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) es la última causa de tensión en las relaciones colombo-venezolanas. Caracas afirma que Granda fue secuestrado el pasado 13 de diciembre en la capital venezolana, pero Bogotá sostiene que fue capturado dos días después en la ciudad colombiana de Cúcuta, fronteriza con Venezuela.
La oposición venezolana y sectores derechistas colombianos sostienen que el izquierdista gobernante venezolano es "amigo" de los terroristas. Aunque el gobierno colombiano insiste en que Granda fue detenido dentro de Colombia y niega haber vulnerado la soberanía de Venezuela, el gobierno venezolano ha llamado a consultas a su embajador en Bogotá para que informe al Ejecutivo "sobre lo que él percibe y de las informaciones que él maneja" sobre el caso.
Una eventual "nota de protesta o cualquier otra manifestación" oficial respecto al caso Granda "es materia exclusiva" del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y del ministro de Relaciones Exteriores, Alí Rodríguez, según se informó. Históricamente las relaciones colombo-venezolanas atraviesan períodos de tensión debido a las acciones de los terroristas colombianos en la frontera común, de 2.219 kilómetros, y a falta de colaboración de Chávez para detenerlos. Las acusaciones han ido en múltiples ocasiones más allás, e incluso existen las sospechas de connivencia de Venezuela con las FARC.