(Libertad Digital) Este pasado lunes el presidente del Gobierno trataba de ser explícito en su primera intervención tras la aprobación del Plan Ibarretxe gracias al apoyo de Batasuna-ETA. Zapatero decía que "se puede dialogar de todo dentro de la Constitución y, fuera de la Constitución nada", algo que, según dijo, constituye "la garantía de nuestra libertad, de la libertad de todos, pero también de la libertad de la sociedad y de los ciudadanos vascos".
Pero este martes la respuesta de Ibarretxe ha sido clara: El Congreso de los Diputados no sustituirá a la voluntad de la sociedad vasca y sus instituciones. "Para mí no hay choque de legitimidades. Para mí el futuro depende de lo que diga la sociedad vasca. A partir de ahí, tocará necogiar cómo ponemos en marcha el proyecto, pero que quede muy claro: yo no tengo ningún problema de legitimidades". Además, ha dicho que la sociedad vasca no está representada por lo que el PP y el PSOE dicen en el Pacto Antiterrorista. Sus palabras textuales han sido: "La voluntad de la sociedad vasca no va a ser sustituida por lo que decidan el PSOE y el PP en el Pacto Antiterrorista".
En su anunciada comparecencia ante los medios de comunicación tras la aprobación de su plan, Ibarretxe le ha pedido a Zapatero voluntad para abrir un proceso de negociación de forma amable. El lehendakari no ha querido desvelar, de manera contraria a lo que hizo el presidente, lo que le dirá en su encuentro en La Moncloa el próximo viernes, pero sí ha reiterado su intención de convocar una consulta "en ausencia de violencia", lo que definió como una tregua definitiva de ETA. "El futuro de Euskadi nos corresponde escribirlo de nuestro puño y letra a los vascos que vivimos aquí, hayamos nacido donde hayamos nacido y votemos lo que votemos", dijo.
Juan José Ibarretxe, en un claro tono bilateral, ha explicado que "hay que negociar" su propuesta de reforma del Estatuto, conocida como Plan Ibarretxe, y advirtió de que, "si no se quiere negociar, (el Gobierno) tendrá que trasladar que no quiere negociar, lo que me suena a otra época, me suena a Aznar". En este sentido, explicó que en su próximo encuentro con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "le tenderé la mano" para abrir un proceso negociador, "con energía y argumentos", y adelantó que trasladará al presidente que "ni su voluntad, ni la mía, debe prevalecer sobre la voluntad de los vascos".