L D (EFE) Rajoy indicó a los medios de comunicación, tras la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP en Santiago, que los socialistas, en lugar de posicionarse contra las propuestas separatistas, se aventuran a hacer "otro plan" para que "aquellos a los que no les sirve ningún plan, les pidan cada día más y más". El dirigente popular señaló que Europa es "el futuro" mientras que el Plan Ibarretxe es "el regreso al pasado, es un camino a ninguna parte, hacia el infinito, que no lleva a ningún sitio más que a un callejón sin salida".
"Creo que es mejor, y sería mucho más positivo para los intereses generales de los españoles, que el PSOE defienda aquello en lo que cree la inmensa mayoría de los que les votaron", aseveró. A su juicio, es "increíble" que un país como España, con el "mayor nivel de autogobierno de la historia", afronte un debate como el del País Vasco, cuando algunos como Rumanía, Bulgaria, Croacia y muy especialmente Turquía -con ochenta millones de habitantes- se van a incorporar a la Unión Europea.
Rajoy censuró que "en un proceso de unión imparable haya alguno en la esquina de esa Unión Europea que, en el año 2004, pretenda separarse". Por esta razón, argumentó que el Plan Ibarretxe es un "disparate" y "no tiene ningún futuro".
El presidente del PP se mostró contrario a modificar el texto constitucional, a fin de aceptar términos que proponen vascos y catalanes, como comunidad nacional o nación para sus respectivas comunidades autónomas. "Nosotros no vamos a entrar en ese juego, se lo digo con meridiana claridad", subrayó. "El PP está dispuesto a hablar de reformas sensatas y que respondan al sentido común, y no de otras que sólo sirven para contentar a algunos y que no les contentan nunca", comentó.
Este intento de satisfacer a los nacionalistas, apostilló, es "el gran drama de lo presentado por el PSOE en Euskadi", ya que, "si al final eso sale, al día siguiente pedirían otra cosa porque siempre tendrían que diferenciarse". Rajoy concluyó que los populares han reiterado "hasta la saciedad" lo que es de "sentido común", que "España es una nación" y que hay "nacionalidades y regiones".
"Creo que es mejor, y sería mucho más positivo para los intereses generales de los españoles, que el PSOE defienda aquello en lo que cree la inmensa mayoría de los que les votaron", aseveró. A su juicio, es "increíble" que un país como España, con el "mayor nivel de autogobierno de la historia", afronte un debate como el del País Vasco, cuando algunos como Rumanía, Bulgaria, Croacia y muy especialmente Turquía -con ochenta millones de habitantes- se van a incorporar a la Unión Europea.
Rajoy censuró que "en un proceso de unión imparable haya alguno en la esquina de esa Unión Europea que, en el año 2004, pretenda separarse". Por esta razón, argumentó que el Plan Ibarretxe es un "disparate" y "no tiene ningún futuro".
El presidente del PP se mostró contrario a modificar el texto constitucional, a fin de aceptar términos que proponen vascos y catalanes, como comunidad nacional o nación para sus respectivas comunidades autónomas. "Nosotros no vamos a entrar en ese juego, se lo digo con meridiana claridad", subrayó. "El PP está dispuesto a hablar de reformas sensatas y que respondan al sentido común, y no de otras que sólo sirven para contentar a algunos y que no les contentan nunca", comentó.
Este intento de satisfacer a los nacionalistas, apostilló, es "el gran drama de lo presentado por el PSOE en Euskadi", ya que, "si al final eso sale, al día siguiente pedirían otra cosa porque siempre tendrían que diferenciarse". Rajoy concluyó que los populares han reiterado "hasta la saciedad" lo que es de "sentido común", que "España es una nación" y que hay "nacionalidades y regiones".