L D (Agencias) Coincidiendo con la llegada del presidente del Gobierno a Bilbao, los sindicatos protagonizaron una fuerte protesta que requirió la presencia de un amplio dispositivo de seguridad y provocó momentos de gran tensión. Poco antes de las once de la mañana de este domingo los trabajadores se concentraron en el exterior del Palacio Euskalduna y, tras una pancarta en la que se podía leer “Carga de trabajo ya, astillero solución”, profirieron gritos en contra del cierre de La Naval y el despido de los empleados.
Poco después, agentes antidisturbios de la Policía autónoma les impidieron acercarse al recinto, lo que provocó los primeros momentos de tensión. En torno a las 11:20 horas, el dirigente socialista Rodolfo Ares salió al exterior, donde estaban los trabajadores, y trasladó al presidente del comité de empresa, Miguel Ángel Asporosa, la disposición de Zapatero a reunirse con miembros del comité de empresa.
En un breve encuentro, Zapatero trasladó su "compromiso personal y del Gobierno" de mantener los astilleros de La Naval con carácter público. El presidente del comité de empresa explicó que el presidente le comunicó que se están dando los pasos necesarios para que esto sea posible, si bien subrayó que la decisión deberá ser consensuada con los sindicatos.
La reunión provocó que el acto del PSE comenzara con media hora de retraso. Ante los militantes, el presidente hizo referencia a este compromiso de última hora y se mostró confiado de que "éste va a ser el Gobierno que va a salvar a los astilleros". Aunque dijo que no le gusta utilizar el término "problema heredado" al hablar de los astilleros, acusó al Gobierno del PP de "hacer trampas; no dijo la verdad sobre las ayudas económicas ni a la UE ni a los trabajadores".