(Libertad Digital) La tasa de inflación en la Eurozona se mantuvo sobre el límite del 2 por ciento impuesto por el Banco Central Europeo por tercer consecutivo, al marcar en el mes de julio el 2,4 por ciento. Los precios, aunque se mantienen sin cambios, se deben a los niveles récord marcados por los precios del petróleo en las últimas semanas.
Los precios subieron un 2,4 por ciento con respecto a 2003, pero se mantuvieron sin cambios si se compara con el mes de junio. Eurostat hizo especial referencia a que la confianza empresarial y del consumidor también se mantuvo estático en julio.
La recuperación económica mundial impulsó la recuperación de “Los Doce” un 0,4 por ciento el año pasado, la expansión más débil de la última década. Los consumidores, particularmente en Alemania, redujeron su gasto ante el hecho de que el desempleo sigue marcando el porcentaje más alto de los últimos cuatro años, el 9 por ciento. Las cuentas germanas significan más de un tercio de la economía de la Eurozona.