(Libertad Digital) El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha decidido finalmente trasladar a Barcelona la sede de la Comisión Nacional del Mercado de Telecomunicaciones, con lo que oficializa así el pacto adquirido con el presidente de la Generalidad, Pascual Maragall, de mudar a Cataluña al menos un organismo público importante.
En rueda de prensa realizada este miércoles, Maragall ha confirmado este traslado y ha agregado que se realizarán nuevos movimientos en el corto plazo. Aunque no mencionó nombres específicos, dejó entrever que "otras sedes del mismo sector" le seguirán a la CMT, con el fin de crear un "cluster" de las telecomunicaciones en Cataluña.
Según la información publicada este miércoles por el diario catalán La Vanguardia, ya han surgido fuertes resistencias al traslado en el sector y en el propio organismo. El rotativo señala que el presidente de la Comisión, Carlos Bustelo, admitió su malestar por los rumores que inundan los pasillos del organismo que dirige, “y así se lo he transmitido al ministro José Montilla, que ha entendido los motivos”.
De momento, no se han mencionado los costes del traslado ni cómo se resolverán los evidentes problemas que ocasiona el cambio de personal. Tampoco nadie ha declarado en público acerca de las repercusiones de la medida, que se produce justo a las puertas de la celebración del X Congreso del PSC, en el que los socialistas catalanes fijarán su estrategia respecto a la política del Gobierno tripartito de la Generalitat.
Según La Vanguardia, el traslado de la CMT se interpreta como un gesto “plural” de Zapatero que obvia los recelos que suscita en Madrid el ímpetu reformista de Maragall, sobre todo porque hay otras comunidades que “no quieren ser menos” y ya comienzan a presionar para fomentar nuevos traslados de otros organismos.
Las primeras consecuencias
El presidente de la CMT, Carlos Bustelo, advirtió que si se trasladase la sede de este organismo a Barcelona la parte de su equipo más valiosa, que tiene su vida en Madrid, podría dejar la CMT. Bustelo, que presentó este martes el informe anual del organismo, se refirió a la intención del Gobierno de situar la sede de algún organismo regulador en Cataluña y dijo que lo lógico es que se lleve alguna institución de nueva creación.
Según explicó, en los ocho años desde la creación de la CMT se ha formado un gran equipo de 150 personas y los más jóvenes y valiosos, con hijos pequeños, podrían encontrar fácilmente una oferta de trabajo en Madrid si se traslada la sede a Barcelona. Bustelo señaló que personalmente no tiene problemas para trabajar en Barcelona ya que es una ciudad en la que ya ha estado como presidente de las autopistas y su mujer es de allí.
