En conferencia de prensa, Moratinos afirmó que el Gobierno español votará a favor de la nueva resolución porque "confirma plenamente la decisión de retirar las tropas", y aseguró que en ningún caso hubo precipitación al sacar el contingente español de Irak. La decisión, explicó, hubiera sido la misma con la nueva resolución, ya que el texto no otorgará al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la dirección política y militar de la ocupación.
Antes de ganar las elecciones del pasado 14 de marzo, José Luis Rodríguez Zapatero manifestó que las tropas sólo se quedarían con un mandato claro que otorgara a la ONU el control de la situación. Después, ya en el discurso de investidura, explicó que, según sus contactos internacionales –acababa de llegar al poder–, el Gobierno no preveía que saliera adelante una resolución que otorgara el control político y militar al Consejo de Seguridad.
Al ministro Moratinos le ha tocado explicar la decisión española: "Nos adelantamos en el tiempo (al retirar las tropas) porque nuestra evaluación de los contactos informales (mantenidos) antes de tomar posesión demuestran que la ONU no se hace con la plena responsabilidad política y militar del proceso de transición".
España sale reforzada porque fue "el detonante" de la resolución
El ministro atribuyó a "interpretaciones innecesarias y poco comprensivas" las advertencias de que España quedará aislada tras la resolución, y aseguró que "no hay aislamiento, sino todo lo contrario". Según el ministro, lo que hay es un "reforzamiento" de la política del Gobierno, ya que "España fue el detonante, con nuestra decisión política, de iniciar una reflexión sobre la necesidad de establecer un modelo diferente para salir de la crisis iraquí".
Según Moratinos, España puso "sobre la mesa la necesidad de ir hacia un nuevo modelo de transición política que devuelva a los iraquíes la soberanía". España, añadió, no es el país que ha hecho el mayor esfuerzo de acercamiento, sino los demás países, y especialmente EEUU y Reino Unido, "que se han acercado a lo que era el análisis y la visión política que tenía el Gobierno español para resolver este problema".
Admitió que "nos hubiera gustado otro tipo de resolución", pero aseguró que Madrid votará a favor "en aras del consenso y de reforzar el papel multilateral de las Naciones Unidas". Además dijo que, a diferencia de otras ocasiones en las que se propuso un único texto, la resolución que previsiblemente se aprobará este martes responderá a un quinto borrador, que recogerá enmiendas y propuestas españolas.
Entre ellas, se refirió a la petición de que las fuerzas extranjeras se retiren "lo más rápidamente posible" de Irak, a la propuesta de una fecha tope (diciembre de 2005) y a la capacidad del futuro Gobierno iraquí para decidir sobre ese repliegue.