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Los restos del GEO muerto en Leganés aparecen destrozados y calcinados a quinientos metros del nicho

Unos desconocidos profanaron durante la madrugada de este lunes la tumba del agente del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Francisco Javier Torronteras, muerto en la explosión de Leganés. Después de trasladar el ataúd, destrozaron su cuerpo con un pico y una pala y lo quemaron tras rociarlo con gasolina. La Policía apunta de momento a una venganza de terroristas islámicos aunque Interior ha decidido abrir una investigación porque duda de esa posibilidad.

Unos desconocidos profanaron durante la madrugada de este lunes la tumba del agente del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Francisco Javier Torronteras, muerto en la explosión de Leganés. Después de trasladar el ataúd, destrozaron su cuerpo con un pico y una pala y lo quemaron tras rociarlo con gasolina. La Policía apunta de momento a una venganza de terroristas islámicos aunque Interior ha decidido abrir una investigación porque duda de esa posibilidad.

L D (Agencias) Los desconocidos rompieron por una de sus esquinas la lápida que cubre el nicho donde reposaban los restos del subinspector del GEO, sacaron el ataúd y volvieron a colocarla.

Ayudándose con una carretilla, al parecer de obra, desplazaron el ataúd a más de medio kilómetro, a una zona de nichos vacíos, y se ensañaron con el cadáver, que destrozaron con un pico y una pala, útiles que los delincuentes dejaron en el lugar antes de huir y de prender fuego con gasolina al ataúd y al cuerpo. Debido a los golpes, algunos miembros del cuerpo del subinspector quedaron mutilados, entre ellos la mano izquierda, que no ha podido ser encontrada, aunque los investigadores no descartan que haya quedado carbonizada por el fuego. El cuerpo se encuentra en el Instituto Anatómico Forense donde se le practican análisis de ADN para confirmar su identificación.

El cadáver del subinspector Torronteras fue profanado en el cementerio Sur de Madrid, donde fue enterrado el pasado día 4 después de la explosión en un piso de Leganés en la que murieron siete terroristas islamistas. Dos empleados del cementerio fueron los que alertaron del hecho al observar las llamas, aunque ni ellos ni otros testigos pudieron ver a los delincuentes que, sin embargo, dejaron en el lugar el pico y la pala utilizados para perpetrar su acción.

Temor por si había explosivos

Los autores de la profanación aprovecharon un lugar de fácil huida, ya que la zona está afectada por las obras de remodelación que se llevan a cabo en el cementerio y en ella se han colocado unas vallas de obra por las que se puede salir sin problemas. El descubrimiento del ataúd quemado alarmó a la Policía, que temió que los autores pudieran haber colocado algún explosivo en el interior del nicho. Por ello, tuvieron que utilizar las microcámaras de los artificieros de la Policía para comprobar que en el interior no había nada.

La Policía carece de pistas que puedan determinar la autoría de este acto, aunque no descarta que se trate de una venganza de grupos islamistas por la intervención policial del pasado día 3 que provocó el suicidio de siete terroristas islamistas al hacer detonar ellos mismos una potente carga explosiva. El hallazgo de un vehículo, un BMW de color rojo, en la salida del cementerio podría aportar datos dactilares. El coche se encontró sin ruedas.

Interior abrirá una investigación ante lo extraño del caso
 
El Ministerio del Interior reprobó la "brutal profanación" del nicho. El nuevo titular de la cartera, José Antonio Alonso, ha reconocido durante su toma de posesión la "profesionalidad y demostrada eficacia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado" y ha expresado un "emocionado reconocimiento" al agente fallecido. "El es el símbolo de tantos y tantos policías y guardias civiles fallecidos anteriormente en acto de servicio", dijo Alonso.
 
Pese a que a primeras horas de la tarde del lunes, Interior no ofrecía información sobre el caso remitiendo a los medios de comunicación a la Delegación del Gobierno o la Dirección General de la Policía, al final se anunció la apertura de una investigación. Según informa la agencia Europa Press, el Gobierno considera extraño el suceso y cree que los autores no tebdrían que ver con el terrorismo islámico. El asunto se trató en el primer Consejo de Ministros celebrado por el Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero.

 

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