LD (EFE) En un almuerzo con cerca de 600 representantes de las grandes
empresas catalanas, Rodríguez Zapatero destacó la importancia de que en España se dé una nueva etapa de entendimiento y para ello, concretó, son necesarios nuevos principios y convicciones.
Tras asegurar que sabrá administrar el voto mayoritario de la sociedad catalana y que mantendrá una actitud de "respeto inmenso" tanto con la sociedad como con el Ejecutivo de la Generalitat, el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno dijo que ve en el discurso de sus adversarios "simpleza y una visión uniforme y absolutamente no conocedora de la vitalidad y pluralidad de España".
Aunque era un acto con empresarios, Zapatero quiso comenzar su intervención hablando de política porque, dijo, la economía es importante pero la política es el marco de convivencia, por lo que su primer objetivo será "renovar" las actitudes democráticas. A su juicio, la mayoría de los españoles quieren un cambio político con un gobierno que respete la pluralidad y la diversidad, que se entienda con Europa y garantice la transparencia e independencia de las instituciones y medios de comunicación públicos.
También dedicó un apartado a hablar de los emprendedores, colectivo al que los socialistas prometen ayudas fiscales, bonificando el 50 por ciento de la cotización de los contratos fijos y durante el primer años de creación de la empresa, aplazando los compromisos fiscales de las PYME de nueva creación hasta un máximo de tres años, y fomentando la marca España en el ámbito internacional, entre otros.
Además, aseguró a los empresarios catalanes que hará una "nítida separación" entre el poder político y económico y no intervendrá ni en las fusiones ni en las privatizaciones. Habló de la necesidad de una España "multipolar", apostó por no centrar el poder económico en un solo punto y se comprometió, también, a favorecer el desarrollo de las infraestructuras para superar la España radial.