(Libertad Digital) El presidente del Gobierno, José María Aznar, ha asegurado este jueves que las propuestas de reforma de la Constitución que se están planteando pretenden "un cambio de régimen político", cancelar la idea de la unidad nacional organizada en Comunidades Autónomas y crear un sistema que abra el camino a la secesión.
Aznar hizo estas consideraciones en el acto conmemorativo del XXV aniversario de la Constitución que presidió en el Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz, lugar que sirvió de sede a las Cortes que aprobaron el texto constitucional de 1812. El jefe del Ejecutivo rechazó que las modificaciones planteadas a la actual Constitución busquen mejorarla, aseguró que no encuentra ninguna razón para los cambios y expresó su convicción de que España no necesita "desviar energías" en esa revisión.
Aznar hizo estas consideraciones en el acto conmemorativo del XXV aniversario de la Constitución que presidió en el Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz, lugar que sirvió de sede a las Cortes que aprobaron el texto constitucional de 1812. El jefe del Ejecutivo rechazó que las modificaciones planteadas a la actual Constitución busquen mejorarla, aseguró que no encuentra ninguna razón para los cambios y expresó su convicción de que España no necesita "desviar energías" en esa revisión.
Aznar reiteró que no es partidario de ninguna modificación después de que el texto de 1978 cerrara cuatro consensos básicos: el régimen político, las libertades fundamentales, el equilibrio de poderes y la unidad nacional organizada en Comunidades Autónomas. Según dijo, una reforma, "tratara sobre lo que tratara, conduciría inexorablemente a la ruptura de, al menos, uno de esos consensos esenciales, como el de la unidad nacional y el sistema autonómico". Por ello, insistió en que las propuestas de reforma no buscan mejorar el texto, sino que "pretenden y conducen a un cambio de régimen político".
Se adelanta a las críticas de la oposición
Se adelanta a las críticas de la oposición
"No buscan reformar determinados artículos, sino dar por cancelada una idea de la unidad nacional organizada en Comunidades Autónomas y crear un nuevo sistema que abra el camino y la posibilidad de la secesión", recordó Aznar, que insistió en que ninguna razón presentada hasta ahora justifica abrir los mecanismos de modificación. El presidente del Gobierno dijo ser consciente de que estas palabras podían ser interpretadas como un "dogmatismo" o "cerrazón", y, tras lamentarlo, dijo que habla en estos términos porque lo que se está planteando es "muy serio".
Para el presidente del Gobierno, hay que dejar claro si se pretende mantener un Tribunal Supremo con jurisdicción sobre todo el territorio nacional, así como una Administración del Estado y un sistema efectivo de solidaridad financiera entre todos los españoles, porque todo eso dijo que es lo que está en juego.
Para el presidente del Gobierno, hay que dejar claro si se pretende mantener un Tribunal Supremo con jurisdicción sobre todo el territorio nacional, así como una Administración del Estado y un sistema efectivo de solidaridad financiera entre todos los españoles, porque todo eso dijo que es lo que está en juego.
Respecto al pacto en Cataluña, dijo que no comparte, pero entra dentro de lo normal, que un partido independentista, en referencia a ERC, diga determinadas cosas como que no quiere formar parte de España y desea marcharse de ella. Sin embargo, cree que lo que no es "razonable ni lógico" es que un partido como ERC que representa el quince por ciento del Parlamento catalán imponga su voluntad a los socialistas y la dirección de estos acepten unos acuerdos "muy preocupantes" para la estabilidad de España.
Añadió que la cuestión ahora no es si en ese pacto hay puntos de inconstitucionalidad –"eso ya se verá", dijo–, sino que "lo grave e increíble es que se planteen algunas cosas que no se deberían plantear desde el sentido del pacto constitucional de 1978".
Añadió que la cuestión ahora no es si en ese pacto hay puntos de inconstitucionalidad –"eso ya se verá", dijo–, sino que "lo grave e increíble es que se planteen algunas cosas que no se deberían plantear desde el sentido del pacto constitucional de 1978".