(Libertad Digital) De aprobarse este proyecto, todas las empresas de telecomunicaciones, incluidos los operadores de telefonía móvil y los proveedores de acceso a Internet, deberán guardar un registro de los números a los que llama cada usuario, así como las direcciones de correo y e incluso los mensajes electrónicos que se envían. Todo esto, sin autorización judicial, aunque sólo con el visto bueno de un juez se podrá tener acceso a los datos.
Todos los países miembros podrán tener acceso a la información sobre las comunicaciones de todos los ciudadanos europeos, ya que, según esta propuesta, quedarían almacenados en un sistema central informático. La iniciativa fue presentada por primera vez el pasado 30 de mayo por el Parlamento Europeo, que aprobó una revisión de la directiva de protección de datos para permitir interceptar, conservar y examinar las comunicaciones telefónicas, los faxes, los e-mails y las conexiones a Internet "por un tiempo limitado", aunque no lo precisaron.
La medida no ha tenido una buena acogida entre las empresas del sector ni entre los internautas. La organización "Statewatch", asociación que vela por las libertades civiles y la privacidad de los europeos, asegura que, de aprobarse la medida, supondrá “cavar la tumba de la privacidad de las comunicaciones en Europa”. Por su parte, la Asociación Española de Proveedores de Servicios de Internet manifestó la imposibilidad técnica que hay en la actualidad para llevar a cabo la medida, dada la ingente cantidad de datos que tendrían que almacenar los proveedores.
Sin embargo, este último problema enunciado por los proveedores de servicios de Internet quedaría resuelto si las autoridades europeas ponen en marcha ese macro-ordenador central de acopio de información que propone la presidencia danesa.
Todos los países miembros podrán tener acceso a la información sobre las comunicaciones de todos los ciudadanos europeos, ya que, según esta propuesta, quedarían almacenados en un sistema central informático. La iniciativa fue presentada por primera vez el pasado 30 de mayo por el Parlamento Europeo, que aprobó una revisión de la directiva de protección de datos para permitir interceptar, conservar y examinar las comunicaciones telefónicas, los faxes, los e-mails y las conexiones a Internet "por un tiempo limitado", aunque no lo precisaron.
La medida no ha tenido una buena acogida entre las empresas del sector ni entre los internautas. La organización "Statewatch", asociación que vela por las libertades civiles y la privacidad de los europeos, asegura que, de aprobarse la medida, supondrá “cavar la tumba de la privacidad de las comunicaciones en Europa”. Por su parte, la Asociación Española de Proveedores de Servicios de Internet manifestó la imposibilidad técnica que hay en la actualidad para llevar a cabo la medida, dada la ingente cantidad de datos que tendrían que almacenar los proveedores.
Sin embargo, este último problema enunciado por los proveedores de servicios de Internet quedaría resuelto si las autoridades europeas ponen en marcha ese macro-ordenador central de acopio de información que propone la presidencia danesa.