LD (Agencias) Los Reyes llegaron al mediodía a Melilla, donde fueron recibidos por miles de ciudadanos entre vítores y gritos de viva España. Tras aterrizar en el aeropuerto de la Ciudad Autónoma, los monarcas se dirigieron a la Plaza de España, que se encontraba repleta de gente y adornada con multitud de banderas nacionales.
Miles de ciudadanos melillenses acudieron a celebrar la primera visita de los Reyes a la Ciudad Autónoma desde su acceso al trono hace 32 años. Los monarcas llegaron pocos minutos después de las 12.00 horas a la céntrica plaza melillense, donde fueron recibidos por el presidente autonómico, Juan José Imbroda, y el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón.
"Melilla os quiere, Melilla os adora, que se entere todo el mundo que Melilla es española" fue uno de los cánticos más escuchados a la llegada de los Reyes. Además, los miles de ciudadanos provistos de banderas españolas corearon consignas como "viva el Rey", "viva España" o "ole, ole, ole, somos españoles".
Los Reyes se dirigieron después al despacho de Presidencia, donde firmaron en el Libro de Oro de la Ciudad acompañados por la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, y pasaron más tarde al Salón Dorado --donde fueron acogidos con un cerrado aplauso-- para recibir la Llave de Oro de la Ciudad de manos de Juan José Imbroda.
Discurso de Su Majestad el Rey
En su discurso ante las autoridades de la ciudad, el Rey ha asegurado que tenía contraído el "compromiso" de visitar Melilla como jefe del Estado, a lo que se unía un "profundo deseo". En su primera visita a la Ciudad Autónoma desde que accedió al trono hace 32 años, don Juan Carlos reconoció que "no podía dejar más tiempo" sin visitar Melilla, a la que calificó como "ciudad moderna y que mira al futuro".
De igual manera, trasladó a los melillenses su afecto y "mayor cercanía" y subrayó "con satisfacción" cómo "la inconfundible personalidad histórica y la riqueza cultural" de la ciudad "se ha sabido enriquecer con un armónico espíritu de integración y convivencia". "Melilla es hoy una ciudad moderna y que mira al futuro, marcada por el renovado dinamismo que le imprimen sus habitantes, contando con el sólido marco de democracia y pluralismo que los españoles nos hemos dado", aseveró.
El Rey, que aseguró haber seguido los avances de la ciudad a través de sus autoridades, agradeció también a sus ciudadanos sus sentimientos de "lealtad y afecto a la Corona". "No podía dejar más tiempo sin venir a Melilla, para expresaros todo nuestro afecto y apoyo, al igual que lo hemos querido hacer en otras tantas ciudades y lugares de España".
En su discurso, el monarca no hizo referencia a Marruecos, aunque sí definió a España como un país "abierto y solidario" integrado en la Unión Europea y que, "desde el respeto mutuo, cultiva las relaciones de sincera amistad con sus vecinos y de intensa cooperación a escala internacional".
"Al iniciar hoy nuestra visita a esta muy bella y querida ciudad de Melilla, quiero reiteraros nuestra especial alegría y emoción, así como expresaros el firme respaldo y permanente aliento de la Corona", concluyó don Juan Carlos ante las autoridades locales.