(Libertad Digital) El techo de gasto contó con el voto en contra del PP, de UPyD y de ERC-IU-ICV, y la abstención del resto de grupos.
A pesar de ampliar el límite de gasto para el año que viene, la Cámara dio también el visto bueno al compromiso del conjunto del sector público de mantener la estabilidad presupuestaria los próximos tres años –superávit del 0,8 por ciento del PIB en 2009, del 0,7 en el 2010 y del 0,8 en el 2011–.
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, destacó que el límite de gasto no financiero fijado para 2009 es un 5 por ciento mayor que el de este año, con lo que el Ejecutivo mantendrá su "compromiso de que crezca en proporción al PIB nominal".
A pesar de ampliar el límite de gasto para el año que viene, la Cámara dio también el visto bueno al compromiso del conjunto del sector público de mantener la estabilidad presupuestaria los próximos tres años –superávit del 0,8 por ciento del PIB en 2009, del 0,7 en el 2010 y del 0,8 en el 2011–.
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, destacó que el límite de gasto no financiero fijado para 2009 es un 5 por ciento mayor que el de este año, con lo que el Ejecutivo mantendrá su "compromiso de que crezca en proporción al PIB nominal".
Aunque ya hay muchos organismos que advierten de que el Estado español tendrá déficit público este año, concretamente FAES habla del 0,2 por ciento del PIB, Solbes considera que este aumento del gasto para el año que viene es posible gracias a los superávit que se han producido en los años anteriores, que han permitido tener unas cuentas públicas muy saneadas.
Los grupos hablan de poco realismo e improvisación
Durante su intervención, el responsable de Economía del PP, Cristóbal Montoro, subrayó que "la crisis está en la calle, porque la gente está preocupada por su economía, ve que las cosas van muy mal y que pueden empeorar". Además, incidió en que Solbes es, "otra vez", el referente de la crisis, "porque no se ha dedicado a preparar a España, ya que había otras prioridades en la anterior legislatura".
Desde CiU, Josep Sánchez-Llibre solicitó al Gobierno un cambio de actitud ante la situación económica actual, una estrategia adecuada y que escuche los problemas de las familias y de los sectores productivos.
El portavoz del PNV, Pedro Azpiazu, le pidió al Ejecutivo que elabore un cuadro macroeconómico realista, que refleje de verdad lo que está pasando, haciendo una reflexión "sin tapujos y sin ocultar los problemas".
El portavoz de ICV, Joan Herrera, acusó al Gobierno de diseñar un escenario "poco o nada realista, no ajustado al deterioro económico" y criticó que la deducción fiscal de 400 euros suponga el fin de las medidas extraordinarias para hacer frente a la crisis.
Desde ERC, Joan Tardá criticó la improvisación del Gobierno, "que despidió la legislatura con actuaciones propias de la derecha, como el cheque-bebé o la deducción fiscal de 400 euros".
Olaia Fernández, del BNG, pidió unos presupuestos que, ante el estancamiento económico, sirvan para estimular y para ayudar a los sectores más perjudicados.
Ana Oramas, de CC, aseguró que el cuadro macroeconómico diseñado por el Gobierno "peca de exceso de optimismo, con previsiones totalmente desfasadas y que el próximo año serán peores".
En la misma línea se manifestó desde UPyD, Rosa Díez, quien justificó su voto en contra por considerar que las previsiones gubernamentales "son meros deseos, frente a una realidad que se impone".
Desde NaBai, Uxúe Barkos, afirmó que en la calle lo que se vive es una crisis, mientras el Gobierno continúa buscando la acepción más adecuada.
Los grupos hablan de poco realismo e improvisación
Durante su intervención, el responsable de Economía del PP, Cristóbal Montoro, subrayó que "la crisis está en la calle, porque la gente está preocupada por su economía, ve que las cosas van muy mal y que pueden empeorar". Además, incidió en que Solbes es, "otra vez", el referente de la crisis, "porque no se ha dedicado a preparar a España, ya que había otras prioridades en la anterior legislatura".
Desde CiU, Josep Sánchez-Llibre solicitó al Gobierno un cambio de actitud ante la situación económica actual, una estrategia adecuada y que escuche los problemas de las familias y de los sectores productivos.
El portavoz del PNV, Pedro Azpiazu, le pidió al Ejecutivo que elabore un cuadro macroeconómico realista, que refleje de verdad lo que está pasando, haciendo una reflexión "sin tapujos y sin ocultar los problemas".
El portavoz de ICV, Joan Herrera, acusó al Gobierno de diseñar un escenario "poco o nada realista, no ajustado al deterioro económico" y criticó que la deducción fiscal de 400 euros suponga el fin de las medidas extraordinarias para hacer frente a la crisis.
Desde ERC, Joan Tardá criticó la improvisación del Gobierno, "que despidió la legislatura con actuaciones propias de la derecha, como el cheque-bebé o la deducción fiscal de 400 euros".
Olaia Fernández, del BNG, pidió unos presupuestos que, ante el estancamiento económico, sirvan para estimular y para ayudar a los sectores más perjudicados.
Ana Oramas, de CC, aseguró que el cuadro macroeconómico diseñado por el Gobierno "peca de exceso de optimismo, con previsiones totalmente desfasadas y que el próximo año serán peores".
En la misma línea se manifestó desde UPyD, Rosa Díez, quien justificó su voto en contra por considerar que las previsiones gubernamentales "son meros deseos, frente a una realidad que se impone".
Desde NaBai, Uxúe Barkos, afirmó que en la calle lo que se vive es una crisis, mientras el Gobierno continúa buscando la acepción más adecuada.