LD (Agencias) Entre risas y a preguntas de los periodistas, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha señalado este jueves que el debate terminológico sobre si la situación económica es de crisis o de desaceleración es "un poco absurdo" y ha recordado que se trata de un tema "muy serio". Sin ir más lejos, el miércoles, el presidente buscó un nuevo eufemismo para evitar la palabra crisis: "periodo de dificultades objetivas".
Para el presidente, el término "es lo de menos" y ha invitado a "cada uno que califique la situación económica como quiera". En rueda de prensa en La Moncloa, Zapatero no ha querido entrar en esa disquisición porque, ha dicho, ahora que se registran "dificultades claras" la tarea prioritaria de su Ejecutivo es apoyar a las familias que viven de su trabajo y no han podido acumular un patrimonio, "que sepan que tienen de su lado al Gobierno".
A diferencia de otras etapas, ha reiterado, ahora no habrá "ni decretazos ni recortes". En su opinión, la obligación del Gobierno es apoyar a los trabajadores, a las familias y a los sectores sociales con más dificultades y trabajar para recuperar el potencial de crecimiento de la economía española.
Según ha dicho, hasta el trimestre pasado se ha vivido una etapa de "expansión" en la que se crecía por encima de ese potencial, que se sitúa en torno al 3 por ciento, y ahora la previsión es que se sitúe por debajo. Pese a que analistas como el banco de inversión UBS o Financial Times ya avanzan recesión en nuestro país para finales de este año, lo que implicaría crecimiento negativo en el actual trimestre.
No obstante, se ha mostrado convencido de la capacidad de la economía española de recuperar tasas de crecimiento superiores al 3 por ciento. En este contexto, y como ya viene siendo habitual, Zapatero ha defendido la postura del Gobierno recordando las medidas adoptadas por su Gobierno para afrontar esta fase, como la deducción en el IRPF por importe de 6.000 millones de euros.
De la Vega culpa al "Neoliberalismo radical"
De la Vega se ha referido a la crisis económica y al paro de los transportistas durante la presentación del libro Zapatero 2004-2008. La legislatura de la crispación, del periodista Antonio Papell.
En este sentido, considera que la "desaceleración económica" o "ajuste duro" por el que atraviesa la economía española en la actualidad es culpa del "radicalismo neoliberal" que ahora "algunos proponen como solución".
"Es en ese modelo en el que han fallado todos los cortafuegos y salvaguardas, simplemente porque no existían", ha incidido la vicepresidenta, quien ha subrayado que ese sistema ha quedado en entredicho por la "desmesura en la búsqueda del interés privado", indica.
"Es en ese modelo en el que han fallado todos los cortafuegos y salvaguardas, simplemente porque no existían", ha incidido la vicepresidenta, quien ha subrayado que ese sistema ha quedado en entredicho por la "desmesura en la búsqueda del interés privado", indica.
De la Vega parece olvidar que la economía española descendió 16 puestos en el ránking de libertad económica del mundo poco después de que el PSOE alcanzara el poder, al pasar del puesto 28 en 2004 al 44 en 2005, situándose a la altura de países tan liberales como Guatemala o Georgia. De hecho, otros indicadores recientes sitúan a España por detrás de Trinidad y Tobago, debido al elevado intervencionismo público en el mercado.
Por contra, ha garantizado que el Gobierno socialista ha antepuesto siempre el bienestar general al interés inmediato, lo que ha permitido que disponga de herramientas y recursos para hacer frente a la desaceleración, informa Efe.
La vicepresidenta ha señalado que el libro de Antonio Papell analiza la "urdimbre de valores que han dado y siguen dando sentido al proyecto de ilusión, regeneración y modernización" del PSOE y de cómo sus principios han contribuido a la transformación de España.
Por otra parte, la vicepresidenta ha reiterado la "firme voluntad" del Ejecutivo de ayudar a los transportistas, pero ha advertido de que actuará con prudencia, pero también "con contundencia y decisión" en defensa del interés general.
Bono propone reducir los días de sesiones en el Congreso
Según ha publicado el diario 20 minutos, el presidente del Congreso, José Bono, ha propuesto reducir los días de sesiones plenarias en el Congreso de 3 a 2 por semana, los martes y los miércoles. De este modo, la actividad que se realizaba hasta el jueves se condensará en sólo dos días. Así, los jueves quedarían habilitados únicamente para los trabajos de las comisiones parlamentarias, lo que podría dar pie a algunos diputados comiencen a trabajar el martes y finalizarían sus obligaciones el miércoles.
No obstante, esta rebaja no supondría diminuir la asignación mensual de la que disfrutan sus señorías. Según esta información, la propuesta de Bono no incluye rebajar el salario base mínimo de 3.996 euros al mes (cuando ha sido elegido por Madrid) y de 4.949 euros al mes (si es de otra circunscripción) que cobran los diputados.