LD (Pedro de Tena) ¿Por qué se sospecha tal cosa? Primero, porque las cifras de divorcio se disparan justo antes de la fecha límite para solicitar escolarización. Nunca se habían disparado en estas fechas hasta ahora, sino en octubre y enero, tras las vacaciones y tras la intensa convivencia familiar de Navidad.
Segundo, las prisas que las parejas manifiestan para divorciarse antes del 31 de marzoi, fecha límite para los trámites de escolarización. La sentencia de divorcio o separación debe ser incluida en la solicitud de plazas escolares y la separación de bienes acelera el proceso. Algunos lo consiguen en sólo 10 días.
Tercero, que hay parejas que semanas después de separarse solicitan en el Juzgado la reconciliación, lo que les permite inscribirse de nuevo como unión conyugal en el Registro Civil.
Cuarto, porque hay precedentes fraudulentos. De hecho, la Junta de Andalucía detectó en 2007 hasta 26 casos de fraude por parte de padres que alegaron estar separados o divorciados para obtener más puntos en la solicitud de plaza escolar para sus hijos. Después, la Policía confirmó que ambos cónyuges continuaban conviviendo en el mismo domicilio.
¿Y para qué todo este ajetreo judicial? Pues para conseguir plazas escolares en colegios privados concertados. El Decreto de escolarización de 2007 introdujo por primera vez la posibilidad de que los hijos de divorciados y separados pudieran tener ventajas a la hora de acceder a un centro escolar. Las estadísticas demostraron que en el mes de marzo se dispararon un 50% las rupturas en los Juzgados de Familia de Sevilla, lo que sembró las primeras dudas sobre la autenticidad de esas solicitudes.
La Junta concede desde el pasado año dos puntos adicionales a los hijos de familias monoparentales, formadas por la madre o el padre y todos los hijos que convivan con uno u otro y que reúnan los siguientes criterios: hijos menores de edad, con excepción de los que, con el consentimiento de los padres, vivan independientes de éstos; e hijos mayores de edad incapacitados judicialmente sujetos a patria potestad prorrogada o rehabilitada.
La realidad es que todos los años hay intensas broncas en Sevilla por conseguir plazas en colegios privados concertados dado el deterioro de la escuela pública. Y ante la demanda de educación de calidad, el divorcio o la separación se han convertido ahora en instrumento curioso para obtener las plazas escolares deseadas.
Segundo, las prisas que las parejas manifiestan para divorciarse antes del 31 de marzoi, fecha límite para los trámites de escolarización. La sentencia de divorcio o separación debe ser incluida en la solicitud de plazas escolares y la separación de bienes acelera el proceso. Algunos lo consiguen en sólo 10 días.
Tercero, que hay parejas que semanas después de separarse solicitan en el Juzgado la reconciliación, lo que les permite inscribirse de nuevo como unión conyugal en el Registro Civil.
Cuarto, porque hay precedentes fraudulentos. De hecho, la Junta de Andalucía detectó en 2007 hasta 26 casos de fraude por parte de padres que alegaron estar separados o divorciados para obtener más puntos en la solicitud de plaza escolar para sus hijos. Después, la Policía confirmó que ambos cónyuges continuaban conviviendo en el mismo domicilio.
¿Y para qué todo este ajetreo judicial? Pues para conseguir plazas escolares en colegios privados concertados. El Decreto de escolarización de 2007 introdujo por primera vez la posibilidad de que los hijos de divorciados y separados pudieran tener ventajas a la hora de acceder a un centro escolar. Las estadísticas demostraron que en el mes de marzo se dispararon un 50% las rupturas en los Juzgados de Familia de Sevilla, lo que sembró las primeras dudas sobre la autenticidad de esas solicitudes.
La Junta concede desde el pasado año dos puntos adicionales a los hijos de familias monoparentales, formadas por la madre o el padre y todos los hijos que convivan con uno u otro y que reúnan los siguientes criterios: hijos menores de edad, con excepción de los que, con el consentimiento de los padres, vivan independientes de éstos; e hijos mayores de edad incapacitados judicialmente sujetos a patria potestad prorrogada o rehabilitada.
La realidad es que todos los años hay intensas broncas en Sevilla por conseguir plazas en colegios privados concertados dado el deterioro de la escuela pública. Y ante la demanda de educación de calidad, el divorcio o la separación se han convertido ahora en instrumento curioso para obtener las plazas escolares deseadas.