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Sirera y Fernández Díaz acatan la candidatura impuesta por Génova

Como adelantó Libertad Digital, la dirección nacional del PP ha impuesto a Alicia Sánchez Camacho como presidenta del PP catalán. Bajo la coartada de "candidatura de consenso", Génova liquida vía dedazo un congreso democrático en el que los compromisarios iban a elegir entre tres candidatos. Según ha confirmado el PPC en un comunicado, los dos que partían con más opciones, Alberto Fernández Díaz y Daniel Sirera, han cedido a las presiones –estuvieron toda la tarde reunidos con Ana Mato– y retirarán sus candidaturas. La tercera en discordia, Montserrat Nebrera, de momento la  mantiene.
 
(Libertad Digital) Bulgaria está de moda en el PP. Tras lo vivido en Valencia, muchos veían en el congreso del PP catalán el ejemplo contrario. Tres candidaturas y la posibilidad de que los militantes hiciesen algo tan normal como elegir al nuevo presidente del partido. Pero a sólo cuatro días del congreso, la dirección nacional del PP ha decidido liquidar el proceso democrático e imponer a los militantes su propia candidata. 
 
A primera hora de la tarde, fuentes del Partido Popular de Cataluña consultadas por Libertad Digital confirmaban que en Génova ya se había tomado una decisión. 
 
La candidata oficial será Alicia Sánchez Camacho, que se venderá como “de consenso” o "de integración".  Según estas fuentes la operación partía del vicesecretario general de política autonómica y local, Javier Arenas.  Desde un primer momento se dio por seguro que Alberto Fernández Díaz daría el visto bueno a la estrategia.
 
Paralelamente, Fernández Díaz y Montserrat Nebrera habrían tratado de llegar hoy a un principio de acuerdo según el cual la diputada se convertiría en jefa del Grupo Popular en el Parlamento de Cataluña. Finalmente, las conversaciones no han dado fruto por lo que la candidatura de Nebrera es tan dudosa como inviable. Según las primeras informaciones, el otro candidato, Daniel Sirera, había decidido seguir adelante con su candidatura.
 
Pero a vicesecretaria de organización del PP, Ana Mato, se desplazó a Barcelona para cerrar la operación y a última hora de la noche saltaba la noticia definitiva. Tras una larguísima reunión, Daniel Sirera se plegaba a la estrategia de Génova y aceptaba retirar su candidatura.
 
Un comunicado del PPC, al filo de la medianoche, señalaba que Daniel Sirera y Alberto Fernández Díaz "han llegado a esta noche a un principio de acuerdo mediante el cual han decidido apostar por una candidatura de integración encabezada por la senadora Alicia Sanchez-Camacho". "Los dos dirigentes han llegado a este acuerdo después de constatar la voluntad de la mayoría de compromisarios del PPC de llegar a una candidatura de unidad y asimismo han manifestado su voluntad de que Montserrat Nebrera se incorpore a este acuerdo", añade la nota. De momento, la candidata decía a la agencia Efe que su intención era mantener la candidatura, aunque parece inviable.
 
La imposición de Sánchez Camacho no ha sentado nada bien en las bases que ven a Sánchez Camacho como una de las responsables de la operación contra María San Gil durante la redacción de la ponencia política que se llevó al congreso de Valencia.
 
De hecho, Sánchez Camacho presentó junto a José Manuel Soria, y ya sin San Gil, la ponencia política bajo la consigna de "aquí no ha pasado nada", utilizada desde un primer momento por Génova para intentar desacreditar la decisión de la política vasca. Una falsedad que la propia San Gil desmontaba días después al relatar la odisea que supuso la defensa de los principios en la redacción de la ponencia frente al enviado de Rajoy, José María Lassalle. Una situación que, obviamente, conocía Sánchez Camacho el día que repetía que no había existido ningún problema con San Gil, con la única intención de desacreditarla.    
 
Foto gentileza de e-noticies.es

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