LD (Europa Press) Para la ministra ese incremento en las sanciones penales de los maltratadores supone que "se tiene en cuenta legislativamente que las mujeres, sólo por su condición de tales, han sido históricamente vulnerables y situadas en una condición de inferioridad". Defiende que "es legítimo sancionar más duramente la violencia que cometen los agresores cuando la víctima es una mujer".
Aído coincide con la sentencia en que en la agresión del varón hacia la mujer que es o fue su pareja se ve peculiarmente dañada la "libertad" y la "dignidad" de ésta y, además, su sometimiento a la voluntad del agresor "se ve intensificado", señala.
En el mismo sentido, Aído considera "tramposo" que se "pretenda atender al principio de igualdad entre mujeres y hombres si no se toma como punto de partida la situación de desigualdad existente, una desigualdad que, según sus palabras, "se traduce en la incompleta ciudadanía de las mujeres" y en un "déficit democrático de la sociedad".
Por último, la responsable de Igualdad insiste en que las políticas públicas para corregir la discriminación femenina seguirán siendo imprescindibles. Las víctimas de violencia, añade Aído, celebrarían "sin recelo que este tipo de leyes y las hoy necesarias medidas de acción positiva se hubieran quedado obsoletas".