L D (Agencias) Después de darle muchas vueltas, la fórmula elegida para esconder un trasvase del Ebro en toda regla fue: "Aportación Puntual de Agua". Hubo alguna aportación más como la realizada por Carmen Figueras, portavoz adjunta del PSC en el Parlamento catalán: "Captación Puntual de Agua". Iñaki Gabilondo optó por las "trasfusiones".
Pero lo que de verdad se estaba negociando no era si se acometía o no –de hecho ya se han empezado las obras y hasta se han mostrado fotos– sino quién lo iba a pagar. Y finalmente, lo pagaremos todos los españoles. El drama es que ese trasvase con el que ahora se quiere paliar la escasez de agua en Cataluña estaba contemplado en el Plan Hidrológico Nacional de 2001. Contaba con financiación europea ya aprobada. Pero esos fondos se perdieron con la derogación del PHN por parte del primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Ahora el montante que tiene que afrontar el Estado es aproximadamente de 180 millones de euros.
La ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, y el consejero de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar, acordaron este martes que el decreto sobre el futuro trasvase del Ebro hasta Barcelona, que se aprobará el viernes, utilice hasta 180 millones de la inversión prevista en la Disposición Adicional Tercera del Estatuto. Baltasar dijo que el hecho de que el dinero salga de la Disposición Adicional Tercera del Estatut --que recoge la inversión estatal en Cataluña-- responde a que resolver la falta de agua es una de las "prioridades de inversión".
Disposición adicional tercera del Estatuto de Cataluña:
Inversiones en infraestructuras
- 1. La inversión del Estado en Cataluña en infraestructuras, excluido el Fondo de Compensación Interterritorial, se equiparará a la participación relativa del producto interior bruto de Cataluña con relación al producto interior bruto del Estado para un periodo de siete años. Dichas inversiones podrán también utilizarse para la liberación de peajes o construcción de autovías alternativas.
- 2. Con esta finalidad se constituirá una comisión, integrada por las Administraciones estatal, autonómica y local.
Según informó el ABC en un reportaje del 27 de marzo, el Gobierno firmó en 2005 dos convenios con la Generalidad para dejar suspender un protocolo de 2001 firmado entre los Gobiernos del PP y de CiU por el que se posiblitaba la llegada de agua del Ebro a Barcelona. A cambio de esa renuncia, Cataluña recibía 649 millones de euros procedentes de los fondos de cohesión de la UE que estaban destinados para otros usos.
Tanto Espinosa como Baltasar insistieron en que no se trata de un trasvase, palabra prohibida en el nuevo lenguaje de Zapatero para asuntos hidráulicos. Se llamará "aportación puntual de agua". El Gobierno pretende convencer a los ciudadanos de que de ninguna manera se trata de coger agua del Ebro, sino que "saldrá saldrá de excedentes del delta del Ebro y no creará ninguna situación de impacto medioambiental ni disminución de metros cúbicos del río. Si mantenemos el caudal no estamos hablando de trasvase. Y eso lo quiero dejar claro", dijo Espinosa. Según Baltasar, esta obra no requerirá declaración de impacto ambiental por tratarse de una medida de emergencia.Esta obra en concreto ya estaba contemplada en el PHN y contaba con financiación europea. Los fondos se perdieron cuando el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, derogó el trasvase del Ebro.
Además, el Ministerio de Medio Ambiente adelantará una obra de mejora de regadíos, que empezará el 1 de mayo y que, según la ministra, permitirá obtener 50 hectómetros cúbicos para la región metropolitana de Barcelona. Este plan costará otros 24 millones de euros que también pagará el Estado.
La tubería que conectará el agua del Ebro con el sistema Ter-Llobregat tendrá unos 62 kilómetros, transcurrirá, de manera subterránea en su mayor parte, junto a la autopista AP-7. El consejero insistió en la previsión es no tener que volver a utilizar la infraestructura una vez entre en funcionamiento la desalinizadora de El Prat de Llobregat (Barcelona), prevista para la primavera de 2009. El caso es que precisamente esta desaladora, era una obra "prioritaria y urgente" en 2004 y aún no está acabada.
Las fotos de la mentira
La oposición del PP al asunto no ha sonado en consonancia con la política del partido sobre la derogación del Plan Hidrológico. Sí cabe destacar la opinión expresada por el presidente murciano Ramón Luis Valcárcel y por Ricardo Costa, secretario general del PP valenciano que puso sobre la mesa la gran mentira de Zapatero. Mostró en una mano uno de los muchos titulares que recordaban la promesa de Zapatero: no habrá trasvase mientras yo sea presidente. En la otra, exhibió una fotografía en la que podían verse las tuberías que serán usadas en la obra.