(Libertad Digital) Tras un receso de diez minutos comenzaron las intervenciones del resto de grupos políticos. En respuesta a las preguntas de Jordi Jané (CiU), el presidente afirmó: “Sólo ha habido una línea de investigación que empieza con la aparición de la furgoneta”.
Por ello, añadió, “era difícil sostener que había una línea prioritaria y otra línea no prioritaria porque sólo hubo esa línea de investigación. Lo otros podían ser suposiciones pero no investigación. A partir de ahí cada comparecencia pública no respondía a la verdad”. Según el presidente “no hay en la investigación indicios de ETA y si no había indicios no podía haber línea de investigación”. Zapatero acusó al PP de “sembrar confusión” por establecer conexiones entre ETA y el terrorismo islámico.
El presidente del Gobierno negó que hablara durante esos días con miembros de las fuerzas de seguridad. “No tuve ninguna conversación con miembros de las fuerzas de seguridad del Estado ni de la investigación. Tuve la información que me facilitó el Gobierno”. Zapatero dijo que “había una demanda de información permanente y continua por parte de la ciudadanía. Las dudas empezaron de una manera contundente el día 11 por la tarde y aumentaron el sábado, se pedía la verdad y la apuesta del Gobierno con la autoría no se correspondía con la verdad. No entro a valorar los motivos del engaño, pero hay que sacar lecciones”.
Sobre las afirmaciones del ex director general de la Policía, Agustín Díaz de Mera, que aseguró que dos policías habían hablado con miembros del PSOE, Zapatero dijo “no tengo ninguna constancia, si la tiene Díaz de Mera, que las presente. No hablé personalmente con ningún miembro de las fuerzas de seguridad del Estado”. “Si el señor Rajoy habla mañana con un policía no lo consideraría una deslealtad. Tengo confianza en la lealtad del señor Rajoy al Estado. Estamos hablando de parlamentarios, representantes de la ciudadanía, que tienen el derecho” de hablar con miembros de la administración pública. Si eso sucede, concluyó “ni la administración pública es desleal ni el diputado es desleal”.
En cuanto la influencia del papel de España en la guerra de Irak en la comisión del atentado, el presidente del Gobierno dijo que “el riesgo –de atentados islamistas- aumenta con la guerra de Irak. ¿Podía haber habido un atentado sin nuestra posición en Irak? sí, ¿se elevó el riesgo de la amenaza?, sí, sin duda”.
Zapatero también consideró que la tesis de que el atentado se comenzó a preparar en el 2001 se contradice con el argumento de que el objetivo era el vuelco electoral, porque entonces ya no había amenaza. “Un atentado es un elemento más que afecta a la ciudadanía a la hora de votar. A la ciudadanía de este país no la teledirige nadie y la prueba la tiene el anterior gobierno porque después de teledirigir tanto se encontró con el resultado que se encontró tras las elecciones”.
Mientras asediaban las sedes del PP Zapatero recuerda una "anécdota"
En el turno de preguntas del PNV, el portavoz Odón Elorza propuso un pacto antiterrorista distinto al mencionado por Zapatero porque, en su opinión, es antitético al firmado con el PP, que excluye al propio PNV. Hecho el intento, el comisionado más que preguntar se dedicó a elogiar al presidente del Gobierno. Preguntado por si es creyente en las teorías de la conspiración, Zapatero dijo que "es imposible la conspiración y menos en democracia con las libertades de información que hay". Eso sí, reprochó al PP su actitud de duda ante "la aparición de las cosas... teledirigido ha llegado a decir alguno, todo eso ha estado ahí día a día". Para Zapatero es "más conveniente contenerse. La verdad siempre –sentenció– se abre camino; es mi forma de ver la vida. Todos los que han estado en el runrún, la intoxicación, quedarán en su sitio".
Con la indignación del PP por el acoso a sus sedes, Zapatero contó una "anécdota" sucedida durante la manifestación oficial contra los atentados. "Me increparon al final de la manifestación invocándome a ERC y Carod pero en ningún caso pensé que ese grupo de personas estuviera ni manipulado ni teledirigido". Hasta ahora no había trascendido que Zapatero hubiera recibido algún insulto espontáneo. Horas después, miles de personas, con las mismas pancartas (con letras de imprenta) aparecían frente a las sedes del Partido Popular. No fue anécdota sino portada de muchos periódicos.
Cobardía e insidia de Aznar
En respuesta al portavoz de IU, Gaspar Llamazares, sobre las declaraciones de Aznar el día de su comparecencia en la comisión, el presidente dijo que “es inaceptable e inasumible insinuar en sede parlamentaria que hay autores de la matanza terrorista del 11 de marzo que están sin perseguir y sin llevarse ante la justicia”. Zapatero dijo que esas insinuaciones “o es una insidia pura” o el que las hace “no tiene el coraje y la responsabilidad” de señalar y decir “ese o esos han sido y ahora comparezco ante un juez”.
Preguntado también por la teoría de la conspiración contra el Gobierno, Zapatero dijo que “la única conspiración que hubo es la de aquellos que son incapaces de reconocer un error. Lo fue del 11 al 14 y si persisten será una conspiración contra sí mismos”.
“Es una cobardía”, dijo Zapatero, que añadió que “nadie puede permitirse el lujo de insinuar que no se investiga y no se persigue a los autores, eso es una irresponsabilidad absoluta. Si tiene algún dato, que acuda a los jueces, y si no se tiene, que vaya a otro sitio a decirlo, pero no aquí”, dijo el presidente. Esas insinuaciones hacen “daño a las instituciones y al estado de derecho. Insólito, señor Llamazares”, concluyó.
En una segunda respuesta a esta cuestión, Zapatero consideró que pensar que gobiernos extranjeros son los autores intelectuales del 11-M es una “maquinación fruto del delirio político intenso, profundo, grave. El debate político lo aguanta casi todo pero hay cosas que resultan insólitas de personas que han tenido alguna responsabilidad”.