El presidente del Gobierno no tuvo tiempo de ir al funeral por el último soldado muerto en Afganistán, ni tampoco tuvo tiempo para estar este fin de semana con las víctimas del terrorismo. Estaba muy ocupado preparando un larguísimo y preparadísimo discurso para sus amigos de los Goya. Su mujer, Sonsoles Espinosa, que no acude nunca a ningún acto oficial porque no le gustan estos eventos, no faltó tampoco al encuentro con los actores. Y además sonreía.
A Zapatero se le veía encantado con su cometido esta mañana. Rodeado de sus amigos "los de la ceja", el presidente pudo encontrar un hueco en su apretada agenda para hacer un discurso, el mismo tiempo que les negó al soldado muerto en Afganistán y a las víctimas del terrorismo, a las que ni se dignó a responder a la carta de invitación.
- "Amigos y amigas. Quiero empezar este encuentro singular haciendo memoria (...) 2010 con El secreto de sus ojos, impidiéndonos olvidar el valor heroico de quienes tantas veces en silencio no renuncian a la dignidad y a la justicia".
"Estáis todos los que habéis marcado el cine español de estos años. Uno de vuestros hallazgos más felices ha sido extender la mirada hacia atrás y recuperar" la historia y hacer los Goyas de Honor. "Cada año crecéis y nos hacéis crecer", dijo. "Algunos agoreros han intentado anunciar su muerte, pero el cine español siempre resucita, su vigor es nuestro vigor, un cine español fuerte es la expresión de una país fuerte". Henchido de orgullo, no escamoteó elogios por los datos del cine. Nunca dijo nada cuando año tras año el cine español se hundía. Eso sí, les llenaba los bolsillos de subvenciones.
"Habéis vuelto a dar muestra de ese vigor y los datos de taquilla de este año son históricos, aumenta el número de espectadores. Varias películas han superado el millón de espectadores". Pero por si alguien pensó que esto significa que el presidente considera que el cine español ya puede mantenerse sin ayudas públicas se equivoca. "Esto no quiere decir que el cine español haya dejado de tener problemas".
Y dejó clara su postura sobre las descargas. "El cine español ha sufrido en carne propia las consecuencias de las innovaciones tecnológicas como la amenaza a los derechos de autor". Realizó un gran elogio de lo bien que funciona la industria del cine en España. "Representa el 5% del PIB español", dijo y añadió que el cine español "es una de las tradiciones más ricas del mundo, ayuda a la difusión creciente de nuestra lengua y es la marca de la imagen de España en el exterior".