L D (EFE) Ante más de 9.000 personas, en un mitin en el pabellón Fuente de San Luis, Zapatero ha detallado cuatro de sus convicciones, "la primera de ellas es no matarás", por eso -argumenta- está en contra de las guerras ilegales; después "no mentirás", por eso ataca la gestión de la catástrofe del Prestige; y en tercer lugar "no robarás, por ello, y por si acaso, yo hubiera hecho dimitir a Carlos Fabra".
Como cuarto principio, enumera su oposición a los abusos sexuales, por eso "no me callé con el caso de Toques y otros sí". El viernes, Rajoy contrastó la España "alegre y feliz" del PP con la "película de cine negro" que fue la pegada de carteles celebrada por el PSOE y dijo que, en las elecciones, no tiene "ni rival", ya que quien renuncia a sus convicciones "no está preparado para gobernar España".
Comenzaba Zapatero su discurso precisamente refiriéndose a estas declaraciones y dijo a Rajoy, que "parece que tanto el gusta el cine, que se prepare el 15 de marzo -día después de las elecciones- porque va a ver una película: Lo que el viento se llevó". Tras volver a pedir al candidato del PP "coraje" para debatir, se refería a Valencia y decía que a partir del 14 de marzo habrá "más poder" en esta Comunidad, pero distinto al que ejercen los populares. En este sentido, afirma que habrá algún ministro de Valencia en su Ejecutivo con la distinción de que "no dirá mentiras".
El candidato socialista pide a todos los valencianos, piensen como piensen, su apoyo para conseguir el cambio necesario y concretó que cuando sea presidente será "consciente" de ese voto que pueda recibir de gente que vota esta vez al PSOE, y "lo administraré". Muestra su preocupación por el momento que vive el sector del textil, el calzado, la madera y cerámica valenciana y se comprometió a realizar un "apoyo especial" a estas industrias para que se fomente su competitividad, con más apoyo tecnológico en concreto.
Zapatero dedicaba parte de su discurso a hablar de empleo y se comprometía, entre otros, a modificar el estatuto de los trabajadores para sancionar "duramente" el acoso sexual en el trabajo; a aprobar medidas para atajar la siniestralidad laboral; y a llegar a un pacto con sindicatos y empresarios para incentivar a las empresas que creen empleo estable y castigar a las que comentan fraude en la contratación. En este terreno, el PSOE apuesta por un modelo de crecimiento económico en el marco de una economía "productiva, competitiva y abierta", que sea capaz de ofrecer a los trabajadores estabilidad.
Para ello, desarrollarán un plan global de reforma y modernización de los servicios públicos de empleo, mediante la atención personalizada al trabajador y garantizarán que todo desempleado reciba en el plazo máximo de seis meses una oferta de formación o de inserción laboral adecuada. Crearán una agencia de calidad en el empleo y potenciarán el Instituto Nacional de las Cualificaciones, y aumentarán hasta los 600 euros el salario mínimo interprofesional.
Zapatero volvía a invitar al público a imaginar a un gobierno distinto, dialogante y tolerante, y apunta que "lo mejor" de esto es que no sólo se puede pensar, sino que lo van a conseguir el 14-M. También se ha referido a la educación, asunto en el que apostó por la enseñanza pública de calidad y por derogar la LOU, y a la política de ayuda al desarrollo donde se comprometió a llegar al 0,7 por ciento del PIB gradualmente. La nota de color del día la protagonizaron unos vendedores de sudaderas y polos con el logo ZP -Zapatero Presidente- que vendían por fuera del pabellón a seis euros, uno más que las oficiales.
Como cuarto principio, enumera su oposición a los abusos sexuales, por eso "no me callé con el caso de Toques y otros sí". El viernes, Rajoy contrastó la España "alegre y feliz" del PP con la "película de cine negro" que fue la pegada de carteles celebrada por el PSOE y dijo que, en las elecciones, no tiene "ni rival", ya que quien renuncia a sus convicciones "no está preparado para gobernar España".
Comenzaba Zapatero su discurso precisamente refiriéndose a estas declaraciones y dijo a Rajoy, que "parece que tanto el gusta el cine, que se prepare el 15 de marzo -día después de las elecciones- porque va a ver una película: Lo que el viento se llevó". Tras volver a pedir al candidato del PP "coraje" para debatir, se refería a Valencia y decía que a partir del 14 de marzo habrá "más poder" en esta Comunidad, pero distinto al que ejercen los populares. En este sentido, afirma que habrá algún ministro de Valencia en su Ejecutivo con la distinción de que "no dirá mentiras".
El candidato socialista pide a todos los valencianos, piensen como piensen, su apoyo para conseguir el cambio necesario y concretó que cuando sea presidente será "consciente" de ese voto que pueda recibir de gente que vota esta vez al PSOE, y "lo administraré". Muestra su preocupación por el momento que vive el sector del textil, el calzado, la madera y cerámica valenciana y se comprometió a realizar un "apoyo especial" a estas industrias para que se fomente su competitividad, con más apoyo tecnológico en concreto.
Zapatero dedicaba parte de su discurso a hablar de empleo y se comprometía, entre otros, a modificar el estatuto de los trabajadores para sancionar "duramente" el acoso sexual en el trabajo; a aprobar medidas para atajar la siniestralidad laboral; y a llegar a un pacto con sindicatos y empresarios para incentivar a las empresas que creen empleo estable y castigar a las que comentan fraude en la contratación. En este terreno, el PSOE apuesta por un modelo de crecimiento económico en el marco de una economía "productiva, competitiva y abierta", que sea capaz de ofrecer a los trabajadores estabilidad.
Para ello, desarrollarán un plan global de reforma y modernización de los servicios públicos de empleo, mediante la atención personalizada al trabajador y garantizarán que todo desempleado reciba en el plazo máximo de seis meses una oferta de formación o de inserción laboral adecuada. Crearán una agencia de calidad en el empleo y potenciarán el Instituto Nacional de las Cualificaciones, y aumentarán hasta los 600 euros el salario mínimo interprofesional.
Zapatero volvía a invitar al público a imaginar a un gobierno distinto, dialogante y tolerante, y apunta que "lo mejor" de esto es que no sólo se puede pensar, sino que lo van a conseguir el 14-M. También se ha referido a la educación, asunto en el que apostó por la enseñanza pública de calidad y por derogar la LOU, y a la política de ayuda al desarrollo donde se comprometió a llegar al 0,7 por ciento del PIB gradualmente. La nota de color del día la protagonizaron unos vendedores de sudaderas y polos con el logo ZP -Zapatero Presidente- que vendían por fuera del pabellón a seis euros, uno más que las oficiales.