(Libertad Digital) A ocho meses de que acabe la legislatura, y cuando se habla cada vez más de un adelanto electoral, el presidente ha decidido llevar a cabo una crisis de gobierno que afectará, al menos, a tres Ministerios aunque no al núcleo duro del Gobierno. El nombre de dos de las protagonistas de este viernes ya sonó en cambios anteriores. Cuando dimitió Bono y entró Rubalcaba al Ejecutivo, en abril de 2006, ya se especuló con la salida de Carmen Calvo y María Antonia Trujillo, al frente de Cultura y Vivienda, respectivamente. Su gestión e incapacidad notoria estaba siendo muy cuestionada desde su nombramiento.
Finalmente estas dos ministras salen del Gobierno. A ellas se une Jordi Sevilla, que deja Adminsitraciones Públicas para centrarse en una necesaria revitalización del PSOE valenciano, hundido tras las elecciones del 27-M. Elena Salgado, hasta ahora al frente de Sanidad, es su relevo en el Gobierno. El científico Bernat Soria entra para cubrir este cambio de sillón. Ahora será nueve los ministros y siete las ministras del Gobierno Zapatero. Se acaba así la paridad que tanto publicitó el presidente cuando llegó a La Moncloa.
Cada uno de los ministros salientes acaba de sacar una ley, Jordi Sevilla el Estatuto Básico del Empleado Público, Trujillo, la Ley del Suelo y Calvo la Ley del Cine y Ley del Libro. Salgado no ha conseguido sacar adelante la polémica Ley del Vino, pero sigue en el Gabinete. Recuerda a cuando salió María Jesús San Segundo, relevad del ministerio cuando acababa de aprobar la Ley de Educación.
Ha sido Zapatero el que se ha encargado de anunciar las novedades. Pocos minutos después de las diez de la mañana el presidente ha comparecido ante los medios de comunicación en el Palacio de la Moncloa. Han sido pocos los elogios para los ministros salientes. Zapatero les ha mostado su agradecimiento, "han cumplido, han hecho una estupenda tarea". Los cambios, decía, llevaba estudiándolos "un tiempo".
Según informa EFE, Zapatero justificó el cambio de cuatro ministros en su deseo de completar los compromisos electorales en los ocho meses que restan hasta las elecciones generales y de preparar los cambios y los proyectos de la próxima legislatura.
El miércoles comunicó al Rey la remodelación del Ejecutivo e informó también a los ministros afectados. Tras asegurar que una medida de ese tipo no se planifica en 24 horas, explicó que había decidido los cambios "hace semanas", con la vista puesta en "los temas de futuro más importantes para nuestro país", y que consideró que el momento más oportuno para anunciarla era el fin del debate del Estado de la Nación.
Al exponer los cambios, destacó especialmente los nombramientos del crítico literario Cesar Antonio Molina y de Bernat Soria, director del Centro de Investigación de Biología Molecular y Medicina Regenerativa de Andalucía. El primero, dijo, ha protagonizado una "magnífica gestión" al frente del Instituto Cervantes, el principal organismo del que dispone el país para difundir en el mundo "nuestro patrimonio cultural más rico", las lenguas. El objetivo ahora es que el mundo aprecie y valore la cultura española y su riqueza en todos los campos, añadió.
En segundo lugar, consideró que es un "privilegio" contar en el Gobierno con el "prestigioso" investigador Bernat Soria, en un momento en el que "los mejores países del mundo se empeñan con afán" en el ámbito de la biomedicina, que constituye "una fuente de esperanza para el futuro de los seres humanos".
Respecto a Salgado, que deja a Soria el Ministerio de Sanidad para hacerse cargo de Administraciones Públicas, aseguró que se trata de una de las mejores gestoras públicas que conoce y mostró su deseo de que marque su impronta en la modernización y reforma de la Administración general del Estado, que ha de ponerse "a la altura de los tiempos".
De la nueva ministra de Vivienda en sustitución de Trujillo, Carme Chacón, Zapatero recordó que es miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE, vicepresidenta primera del Congreso y "uno de los nuevos valores más importantes que tiene el proyecto socialista".