En el texto de Casimiro García Abadillo se asegura que la intención de Zapatero, tal y como es habitual en él, es dar un golpe de efecto que oculte los devastadores efectos de la crisis e impulse un Gobierno que se encuentra “quemado”.
Zapatero también querría, según esta información, afrontar con mayor soltura las próximas citas electorales que se producirán en Cataluña, y las municipales y autonómicas de 2011.
El fichaje estrella, según García Abadillo, sería el de Javier Solana, ex ministro de Exxteriores, ex secretario general de la OTAN y ex Alto Representante de Política Exterior y Seguridad de la UE. Personas de su entorno piden al presidente incorporar a Solana. “Zapatero sabe que Solana cuenta con enorme credibilidad en Europa y, por tanto, su entrada en el Gobierno ayudaría a España en la tarea de convencer a nuestros socios de la UE y los mercados de que existe una firme determinación en llevar a cabo las reformas aprobadas”, dicen las fuentes de El Mundo.
Otro posible hombre fuerte sería Guillermo de la Dehesa, presidente del Patronato del Museo Reina Sofía, ex secretario de Economía, ex presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio y ex consejero delegado del Banco Pastor.
Los ministros salientes y nuevas incorporaciones no están decididos aún. Todo apunta que Elena Salgado estará entre los primeros, así como Manuel Chaves y Celestino Corbacho. Otros tienen asegurada la continuidad, como en el caso de Rubalcaba, Chacón, Gabilondo, Sebastián, y quizá, De la Vega. El Mundo también señala que José Blanco, actual ministro de Fomento, seguirá siendo uno de los hombres fuertes de Zapatero. Pero sobre el hecho de que Zapatero vuelva a ser el candidato, todavía “sigue manteniendo la incógnita”, dicen las fuentes del diario.
“Zapatero ha atravesado por tres momentos críticos desde que es secretario genral del PSOE: el tamayazo, el atentado de la T-4 y la cumbre europea que tuvo lugar el segundo fin de semana de mayo, que compara con Pearl Harbor. Hay que reconocer que pasó unos días muy bajo y estuvo algo tocado. Sin embargo, ahora está otra vez en plena actividad. Preocupado, sí, pero con ganas de luchar. Lo que ha sucedido en las últimas 48 horas le ha dado mucha moral”, dicen otras fuentes.
El presidente afrontará así los próximos desafíos de la legislatura, como son la huelga general y una eventual ruptura con UGT, los presupuestos generales para el año 2011 y la situación con CiU.