El funeral oficial por el capitán de la Guardia Civil José María Galera Córdoba y el alférez Abraham Leoncio Bravo Picallo, asesinados junto a su traductor en la antigua base de las tropas españolas en el centro de la ciudad afgana de Qala-I-Now ha comenzado este jueves, pasadas las 20.00 horas, pese a que inicialmente estaba previsto para las 19.00 horas, en el patio interior del acuartelamiento de la Guardia Civil de Logroño, donde está ubicada la Unidad de Acción Rural (UAR), a la que pertenecían ambos agentes.
El mismo ha sido presidido por los Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Leticia, que minutos antes del acto se han acercado a consolar personalmente a las familias. Junto a ellos, diversas autoridades políticas y militares, como la ministra de Defensa, Carmen Chacón; el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; o el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general José Julio Rodríguez. Por parte del PP, asistieron los presidentes de La Rioja, Pedro Sanz; Castilla y León, Juan José Herrera, y la portavoz del PP en el Congreso Soraya Sáenz de Santamaría. Mariano Rajoy tampoco asistió.
Quien no ha asistido ha sido el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. La excusa, que para recibir esta mañana los cuerpos de los fallecidos en el Aeródromo militar de Torrejón ha tenido que aplazar desde las 10.30 horas hasta las 17.00 horas de este jueves la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, según informaron fuentes del Gobierno.
Durante el acto, el Príncipe de Asturias, que ha acudido vestido con su uniforme de teniente coronel del Ejército de Tierra, ha impuesto a los dos agentes asesinados en Afganistán la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo, la distinción que se concede a los militares que fallecen en misiones en el exterior como "consecuencia de acciones violentas de elementos hostiles". Asimismo, también han sido condecorados con la Cruz de Oro al Mérito de la Guardia Civil.