Jose Luis Rodríguez Zapatero escogió el día en el que se hacían públicos los datos del paro para ser entrevistado en Onda Cero, como bien le reprochó su entrevistador, Carlos Herrera. Así, el presidente del Gobierno ha tenido la excusa perfecta para esquivar las pregunta incómodas, jugando la baza de que "lo realmente importante" era la economía y "aquellos que no tienen o se han quedado sin trabajo".
El tema de su sucesión ha sido uno de los asuntos que Zapatero ha tratado de zanjar con rapidez. Herrera le reprochó su actitud "juguetona", al jugar al despiste diciendo que no lo haría público, y que sólo lo sabían su mujer y un compañero. El calificativo no ha gustado a Zapatero, que ha negado la mayor: "No estoy en absoluto juguetón, esto se produce después de que me han preguntado 25 veces, y cuando se tiran hora y media preguntándome lo mismo, cualquier palabra o gesto que hagas lo interpretan 'el presidente ha querido decir...'", se ha excusado.
Dicho esto, ha echado mano de uno de sus argumentos más demagógicos y queridos: "Si estoy en la Moncloa es porque los ciudadanos han decidido en dos ocasiones otorgarme la confianza, y con un importante número de votos", presumía, "cuando llegue el momento ya diré lo que tengo que decir".
Según dijo, prefiere mantenerlo en secreto para que el ciudadano "no piense que estamos dedicados a otra cosa que no sea crear puestos de trabajo". Zapatero aseguró que para él, repetir o no en 2012 "no es un tema que dependa de las circunstancias, sino de las convicciones" descartando que el más que previsible batacazo de la elecciones municipales y autonómicas de este año vaya a ser determinante para su retirada (o no).
Además, puso la venda antes que la herida y dijo que pase lo que pase en esos comicios "nunca me justificaré ni echaré la culpa a otros de lo que pase desde que estoy con el PSOE o en el Gobierno de España".
Como de costumbre, Zapatero se mostró –o trató de hacerlo- incrédulo con las numerosas encuestas que anticipan el descalabro electoral de las autonómicas: "En 2004, y también en 2008 se decía que Rajoy era ganador, que era el mejor, llegó la hora de la verdad y pasó lo que pasó" recordó. Por ello, hizo un llamamiento a la cautela y presumió: "Está bien que Rajoy se sienta ganador, pero ya sabe".
El presidente del Gobierno no deja pasar oportunidad para cargar contra Rosa Díez y su partido, UPyD. En no pocas ocasiones la ha ninguneado, especialmente en el Congreso de los Diputados. Exhibiendo poses chulescas, el presidente del Gobierno ha llegado a espetarle a Díez que ella no era nadie para reprocharle nada en política, porque sólo tenía un escaño, frente al gran número del Partido Socialista. En el fondo, siempre ha evidenciado una profunda actitud de desprecio hacia ella, provocada por el abandono de las filas socialistas que protagonizó la entonces eurodiputada.
Y, por extraño que pueda parecer, también en esta coyuntura Zapatero ha encontrado cómo lanzarle un dardo a Rosa Díez, sin siquiera mentarla. Cuando Carlos Herrera mencionaba a Álvarez Cascos y su salida del PP, Zapatero se apresuraba: "Sobre esto sí tengo algo que decir: es curioso que siempre aquellos que se creen grandes políticos acaban formando partidos mucho más pequeños".