(Libertad Digital) Zapatero recordó al lehendakari "las competencias que tiene" y que "como el agua, debe estar claro que no puede convocar cualquier tipo de consulta". Por su parte, Ibarretxe ha dado "por bien empleada" la reunión y ha destacado que espera "que el talante de Zapatero no se transforme en un desplante al diálogo" ya que, de lo contrario, sería "muy poco comprensible" ya que hizo "exactamente lo mismo con Batasuna y con ETA".
Rodríguez Zapatero ha dejado claro al lehendakari que la consulta que propone sólo la puede autorizar el Ejecutivo central, y ha dicho que esta "segunda parte reconstruida" del plan Ibarretxe correrá el mismo destino que la primera: no será aceptada ni aprobada. El jefe del Ejecutivo ha insistido en que para las propuestas políticas sólo existe el camino de la legalidad y la Constitución.
El presidente del Gobierno ha asegurado que el lehendakari debe abandonar sus pretensiones secesionistas. "Más claro el agua, y como el agua debe estar claro que el lehendakari no debe convocar ningún tipo de consulta, aunque no tenga valor vinculante", ha aseverado.
Para el jefe del Ejecutivo el plan del representante vasco es "una segunda parte reconstruida del Plan Ibarretxe". Una segunda parte que para Zapatero tiene el mismo futuro que la anterior, "no será aprobada, ni puesta en práctica".
Zapatero ha dejado claro, eso sí, que su relación con Ibarretxe es "respetuosa" e institucional pero que hay momentos en los que "no estamos de acuerdo". Por último, ha concluido afirmando que "en democracia nadie esquiva a la ley, hay que respetar a la Constitución".
El presidente y el lehendakari se reunieron durante dos horas para abordar el plan secesionista propuesto por Juan José Ibarretxe que pasa por convocar un referéndum tachado de "ilegal".
La versión de Ibarretxe
El lehendakari ha asegurado que en el proceso negociador de su plan separatista estarán presentes todas las formaciones políticas, incluidos los partidos ilegales (en referencia a Batasuna). Lo cual, insiste, no debería de provocar exclamación ya que "hace cuatro meses" el Gobierno se reunía y negociaba sobre los mismos asuntos con Batasuna y ETA.
Juan José Ibarretxe ha vuelto a usar un lenguaje marcado por el victimismo exigiendo respeto hacia intención de convocar un referéndum de autodeterminación. "No participo en el nerviosismo que existe muy especialmente en Madrid en torno al debate propuesto", ha recalcado.
En cuanto a la llegada del mandatario vasco, Zapatero lo ha recibido a pie de escalerilla con una sonrisa "forzada". Ninguno de los dos ha hecho declaraciones en un recibimiento que no ha durado más de medio minuto y en el que se han estrechado varias veces la mano. En la puerta del palacio de La Moncloa se encontraban la insignia nacional a la izquierda y la bandera vasca a la derecha.
Las dudas de Bermejo
Pero la aportación estelar la hizo el ministro de Justicia, como no podía ser de otra manera. Bermejo no tiene tan claro que el referéndum no se pueda celebrar. Tras reconocerse "más jurista que político", aseguró que "en principio la consulta es ilegal, pero hay que ver que dice". "¿Es ilegal la propuesta de Ibarretxe?. A esa pregunta sólo se puede contestar con otra, ¿qué es lo que dice Ibarretxe realmente? ¿cuándo, dónde, cómo, por qué, en qué circunstancias, qué es lo que pregunta?", manifestó Bermejo durante la celebración del Foro Cisneros en la localidad madrileña de Alcalá de Henares.
"Dice que va a convocar un referéndum y a mi es la letra pequeña lo que me interesa como jurista, porque soy más jurista que político, sin duda". Por ello, abogo por "analizar" la iniciativa del lehendakari vasco. "No obstante, si quiere que le conteste de una manera sencilla a una pregunta sencilla, ¿es ilegal el referéndum de Ibarretxe?, en principio sí, un referéndum no lo puede convocar una autonomía", sentenció Bermejo.
En cuanto a la posibilidad de ilegalizar a ANV o al PCTV por su vinculación con Batasuna, el ministro fue todavía menos claro de lo que acostumbra. Matizó unas recientes declaraciones suyas en las que aseguró que se haría "cuando la jugada lo aconseje". Bermejo achacó estas palabras a una "manipulación de la prensa" y explicó que se refería a que "cuando existan pruebas se procederá a la ilegalización de ambas formaciones". Pero insistió en el símil del juego. "Es como una partida de ajedrez en la que se mueven fichas cada vez que se tienen fichas", dijo.
Finalmente aclaró por qué es tan reacio a proceder a la ilegalización. Defendió con la boca pequeña la "finalidad respetable" que ha cumplido la Ley de Partidos, aunque reconoció que en el momento de su creación él se mostró en contra de esta iniciativa que provocó la ilegalización de Batasuna. "Si le contase la cantidad de leyes a las que fui contrario cuando ingresé en la carrera fiscal", manifestó Bermejo tras ser preguntado acerca de su cambio de postura. "Pero es una cuestión de responsabilidad, la ley es la ley y hay que aplicarla, se le hecha toda la imaginación que se pueda para intentar llevarla por los cauces de interpretación aceptables, pero la aplica", contestó.
"No hace falta explicar donde estaba antes y donde estoy ahora pero es evidente que la Ley de Partidos ha cumplido una finalidad respetable pensara yo lo que pensara y ha sido una buena decisión y ahora es otra ley a interpretar", añadió. Asimismo, en el turno de preguntas posterior al acto, el titular de Justicia fue preguntado también acerca de la denominación de hombre de paz que en su día utilizó Zapatero para referirse al dirigente abertzale, Arnaldo Otegi. Bermejo tildó aquella declaración como "una lectura política" . "Todo aquel que en un momento está trabajando por la paz en lectura política se puede hablar de alguien que trabaja por la paz, al menos en la escala que le corresponde", explicó.