Para Zapatero se trata de una de las decisiones más trascendentales de su carrera política, pero sigue especulando con la crisis económica. De momento, no despeja la incógnita de si se presentará o no para un tercer mandato. Confía en que para 2012 la crisis haya mejorado.
Al menos esto es lo que cuenta este domingo el diario El País, citando fuentes cercanas al presidente. "Mi candidatura electoral será una decisión muy personal", así es como transmiten dichas fuentes el sentir de Zapatero.
No obstante insisten en trasladar el mensaje de responsabilidad que tanto Zapatero como sus ministros repiten una y otra vez en cada aparición pública. Según las fuentes del diario de Prisa, Zapatero no tomará esta decisión hasta que "la acción política del Gobierno sea capaz de vencer a la crisis económica; si vamos despejando el camino de la crisis, lo demás, la decisión sobre la candidatura, caerá sola", dice.
Por lo tanto, siguiendo las explicaciones que ofrece El País, Zapatero está pendiente de que se produzca una recuperación en "U" de la economía o al menos en "W", pero que de cualquier manera, la economía repunte lo suficiente en 2012 como para poder presentarse a un tercer mandato.
Además, dice que no tiene ningún interés en responder a las presiones de sus barones regionales (temerosos de que la figura de Zapatero les desgaste en los próximos comicios autonómicos y locales).
Si dijera ahora que no se presenta, se abriría el debate sobre la sucesión. Esto provocaría, en su opinión, que el debate se centrara en la sucesión, el postzapaterismo y no "en la lucha contra la crisis económica". Sostiene que en 2012 el PIB español (una magnitud cuyas cifras despiertan cada vez más dudas) crecerá al 2% y se creará empleo. En cambio, si dice que se presenta, estima que tendría que mantener dos figuras a la vez, la de presidente y candidato. Una condición que no le dejaría centrarse en la crisis económica.
Estas son, al parecer, las razones que transmite Zapatero para justificar que vaya a prolongar la decisión sobre su posible candidatura hasta 2011. Es una decisión que tomará "en solitario", dice. También considera que se trata de la decisión "más trascendental" de su carrera política, tanto o más que la decisión sobre retirar las tropas de Irak o la convocatoria del Pleno del Congreso en mayo para debatir el tijeretazo.
En conclusión: el presidente del Gobierno aún no ha tomado la decisión y tampoco lo hará este año, pese a las presiones que reciba y a sabiendas de que la incertidumbre genera preocupación, como han demostrado las declaraciones del presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, dice el diario El País.
Esto no alivia, en modo alguno, la preocupación de los barones regionales del PSOE. Estiman que llegar a las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2011 con una indefinición sobre la candidatura de Zapatero a las próximas generales les afectará negativamente en el resultado de los comicios. José María Barreda fue muy explícito el pasado viernes, pese a la marcha atrás que dio 24 horas después.
En este sentido, el debate sobre la sucesión de Zapatero o sobre el "postzapaterismo", es débil para una mayoría socialista porque "no tiene nombre". Esta tesis es compartida por barones territoriales y cuadros del partido que, a pesar de reconocer que Zapatero está muy mal valorado en las encuestas, sigue siendo el mejor candidato posible "aunque sea para perder", o al menos esto es lo que dice El País.