Dos días después de su reunión con Montilla, José Luis Rodríguez Zapatero ha hablado del Estatuto en su intervención inicial en el acto organizado por Tribuna Barcelona en la capital catalana y al que ha asistido el presidente de la Generalidad, José Montilla.
En su alegato, Zapatero declaró que el Estatuto de Cataluña "era y es un gran paso en la España plural". "Lo que hicimos era legítimo, necesario", dijo el presidente atacando al PP, al que echó en cara su actitud "irritante, diferente" ante "reformas análogas".
"No me siento responsable de la sentencia", añadió el presidente desmarcándose del texto, antes de apuntar que la acata y la hará cumplir. "Me siento responsable", continuó, "de sus consecuencias políticas, me hago cargo". Según el presidente, "sus efectos jurídicos son limitados" si se compara con "la extensión de la impugnación", en alusión al recurso del PP. En su opinión, el texto está "globalmente convalidado" pero toma "nota" de que "sus avatares han podido generar malestar". "Basta con ser y actuar como un presidente democrático para tomar nota", añadió.
Para Zapatero, como ya dijo en el Congreso, "no se puede tapar la boca a los catalanes". Él, por su parte, declaró que reafirma su "respeto a los sentimientos de Cataluña" y añadió que le parece "completamente legítima la defensa de la identidad nacional de Cataluña" porque, dijo, "es compatible con España como nación de todos" e igual de compatible con "los símbolos nacionales y la lengua catalana". En cuanto a los aspectos inconstitucionales, indicó que existe "un amplio campo de avance" en materias como la judicial, local o "la actuación diaria del Estado para garantizar que lo hace en sus marcos competenciales".
Zapatero apuntó que impulsará traspasos de competencias y la reforma "pendiente" del Senado. "Nos queda trabajo por hacer, tenemos que resolver algunos procesos en discusión" y "fortalecer mecanismos de relación", apuntó. Avanzarán, dijo, "con calma y rigor" para "recuperar la confianza".
El presidente añadió que se dedicará "de manera prioritaria" a estas cuestiones porque, insistió, "las consecuencias de la sentencia forman parte de mi responsabilidad política" porque entiende como imprescindible "que esta Cataluña, fuerte en su identidad política, se sienta escuchada". "Que sienta que de verdad es un actor decisivo en el proyecto común que es la España plural y se sienta respetada en sus sentimientos de identidad", apuntó.
"El Estatut es la norma que más autogobierno ha reconocido en la historia de Cataluña. Fue impulsado por el Parlament, pero aprobado bajo mi mandato", dijo orgulloso Zapatero.
Y dejó bien claro que si lo hizo es porque cree en ello, no por alianzas políticas o por poder arañar unos cuantos votos: "El Estatut lo pacté con CiU, que no se ha caracterizado por dar el respaldo parlamentario al gobierno. El Estatut no contó con el apoyo de ERC", que por compartir gobierno en Cataluña podía tener una actitud más proclive a apoyar el texto y al Ejecutivo.
Si apoyó el texto estatutario fue "por convicción política, apoyé el nuevo modelo de financiación por convicción política y ahora me hago cargo de las consecuencias de la sentencia para recuperar, sin prisas, la confianza y hacer que Cataluña sienta que puede trabajar en el proyecto de una España plural, que respete la identidad, el autogobierno y los sentimientos. Y lo primero que tenemos que hacer es encontrarnos en los sentimientos".
Pero no se quedó ahí y dio las claves de por dónde irán sus triquiñuelas con Montilla para saltarse la sentencia del Estatuto:
- "Uno, la sentencia del Tribunal Constitucional dice: shhh, ¡atención, legislador! usted puede regular esto, pero no en el Estatut sino a través de una ley orgánica".
- "Dos: los traspasos pendientes. 31 materias se han traspasado desde que soy presidente del Gobierno, aunque todavía quedan materias pendientes" de traspaso.
- "Tres, importantísimo: un ámbito político. El Estatut intentó llegar hasta donde podíamos. Sabíamos que estábamos en el límite". Que "el Estado respete el marco estatutario. Ésta es una cuestión muy determinante".
"En estos tres campos tenemos que trabajar. Esto no tiene que ver nada con las elecciones de Cataluña, cuando sean. Esto no tiene nada que ver, es un tema mucho más de fondo que traspasa las elecciones, éstas y las siguientes. La sentencia ha puesto una pregunta encima de la mesa. Tenemos que responder a esa pregunta. Con nuestras acciones, con nuestra palabra y nuestra sensibilidad. Y esa es la tarea", afirmó.
El Estatut no quedará en un "mal recuerdo me cueste lo que me cueste"
"No es tiempo para subrayar las sensibilidades distintas, sino para subrayar todo lo que puede ayudar a construir. Cataluña ha dicho, a través de muchos de sus ciudadanos, ha expresado su malestar y el presidente del Gobierno de España ha venido. Ha dicho aquí y en el Congreso de España, donde está la soberanía, que no se podía tapar la boca, que había que escuchar, reconocer el malestar".
"Y vamos trabajar con la voluntad de que esto ha podido ser un mal momento, pero que esto lo vamos a superar, no tengan la menor duda. Vamos a hacer que el Estatut no quede en un recuerdo negativo por la sentencia. Se puede hacer, lo debemos hacer. Pongámosle la voluntad; cuando se pone la voluntad se consiguen las cosas. Lo vamos a hacer cueste lo que nos cueste, me cueste lo que me cueste".